ENTREVISTA |  Pilar Lizana analizó la problemática que afecta a los centros penitenciarios del país

El sistema penitenciario de Chile enfrenta un grave desafío, que va más allá del hacinamiento proyectado para 2030. Las cárceles se han convertido en centros de operación para organizaciones criminales, que, desde su interior, siguen controlando y coordinando actividades delictivas fuera de ellas. Esta situación dificulta la implementación de una política penitenciaria efectiva y fomenta el contagio de criminalidad entre los internos.

En Qué hay de Nuevo, la experta en seguridad de AthenaLab, Pilar Lizana, analizó la problemática que afecta a los centros penitenciarios del país.

Al ser consultada sobre las declaraciones del ministro Gajardo, quien reafirmó que “Gendarmería tiene el control de las cárceles”, Lizana señaló que es “bien difícil hablar de control, porque más allá de este caso del reo decapitado, tenemos diversas situaciones de corrupción por parte de Gendarmería, entonces es bien difícil hablar de un control total al interior de las cárceles”.

En ese sentido, puntualizó que “estamos llegando un poco tarde a los distintos eventos asociados a la crisis de seguridad. Tenemos bastante banderas rojas que vienen de otros países de América Latina, que deberíamos haber visto antes, como el caso de Ecuador, Venezuela y Brasil, entonces debimos haber hablado sobre esto mucho antes y lo que se está observando es que hay muchas medidas reactivas”, acusando que “nos falta mucho en cuanto a la prevención de todo esto”.

Tras esto, sostuvo que “necesitamos hacernos cargo de los problemas que pueden existir en Gendarmería: qué pasa con el sometimiento de reos hacía gendarmes, la corrupción, extorsión, entre otros, entonces son temas a los que debemos prestar atención y tomar medidas de largo plazo para que tenga sostenibilidad en el sistema”.

Para culminar, destacó que pese a tener cierta expectación con la creación del nuevo Ministerio de Seguridad, al pasar los días se ha ido desmotivando con el surgimiento de esta cartera: “El mayor problema de seguridad hoy es de gestión, necesitamos integrar a todos los actores (…) esto es mucho más que una respuesta policial. Más que un Ministerio nuevo, deberíamos estar pensando en un modelo de la gestión de la seguridad distinto, donde el conductor político asuma su rol de liderazgo y ese es el presidente y si el nuevo Ministerio de seguridad no va a generar esa inclusión, quizás no sea la respuesta a este problema”.

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