“Esto ya pasó, ha pasado otras veces”. Estas fueron las palabras con las cuales la canciller Antonia Urrejola intentó desdramatizar el impasse que habría emergido con Argentina, por la denuncia sobre la supuesta incursión de aeronaves chilenas en el espacio aéreo trasandino.
Todo eso luego de que la cuenta del Ministerio de Relaciones Exteriores borrara un retuit que hizo de un mensaje de la Cancillería argentina. En este se daba cuenta de que Urrejola había conversado con su par Santiago Cafiero sobre la necesidad de esclarecer el presunto incidente, lo cual solo dejó en evidencia que en Teatinos 180 no pusieron atención al desmentido que había hecho el Ministerio de Defensa a través de la propia ministra Maya Fernández el 3 de agosto.
Pero no se equivoca Urrejola cuando afirma que esto “ha pasado otras veces”. La Cancillería chilena, con tal de no desafiar a su contraparte en Buenos Aires, se ha mostrado abierta a sus reclamos, dejando de lado el contexto de disputas territoriales en curso, el hecho de que Argentina haya promulgado una Política de Defensa donde declara al Estrecho de Magallanes como un espacio compartido (lo cual es bastante más grave que cualquier sobrevuelo, de haber existido) y los detalles de la mediática maniobra trasandina (Muy recomendable el libro “La tormentosa historia limítrofe entre Chile y Argentina”, de Guillermo Parvex).
Si las autoridades chilenas hubiesen sido más finas en su análisis, deberían haber tomado en consideración varios elementos:
Todo lo anterior remarca, una vez más, que la misión de los diplomáticos es promover y defender los intereses nacionales, manteniéndose siempre alerta ante maniobras que los puedan afectar. También destaca la necesidad de una coordinación y comunicación “efectiva” entre Defensa y Relaciones Exteriores. Las ministras se reunieron el 5 de agosto, pero los vaivenes de gestos y declaraciones sobre lo ocurrido con Argentina vinieron después.
Finalmente, resulta conveniente estar atentos ante la aparición de denuncias sobre nuevos incidentes fronterizos que les sirvan a Buenos Aires para generar escenarios diplomáticos complejos, justo en momentos en que el gobierno de Boric se encuentra concentrado en aspectos internos, como el combate a la delincuencia, los efectos de la inflación, la violencia en la macrozona sur, la migración irregular y un plebiscito constitucional de resultado incierto.
Equipo AthenaLab
10 de agosto de 2022