El deterioro de la seguridad en Chile ha sido progresivo, pero con mayor intensidad en la zona norte del país. Incremento de delitos de alta connotación pública, así como otros a los cuales los ciudadanos no estaban acostumbrados, se suman a la aparición de bandas criminales extranjeras en ciudades como Arica e Iquique. Del mismo modo, el precario control fronterizo en el norte quedó en evidencia frente a la masiva llegada de inmigrantes que ingresaban al país ante la incapacidad estatal de fiscalizarlos, en una frontera extremadamente porosa. Con el tiempo, se administraron medidas para aminorar esta situación, lo que obligó el empleo de medios militares para tal efecto, pero empeoró la percepción de seguridad ciudadana.
La debilidad del Estado, evidenciada en la incapacidad para ejercer una soberanía efectiva plena, ha quedado de manifiesto frente a un accionar fragmentado, incompleto y no coordinado de sus instituciones, con masivas tomas ilegales de terrenos fiscales, un despoblamiento creciente de la zona altiplánica nacional y el aumento de la criminalidad, entre otros factores. Todo lo anterior se complejiza más aún por tratarse de un área del territorio nacional con una topografía peculiar, donde existen importantes recursos hídricos compartidos y una frontera terrestre con dos Estados.
Las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá tienen particularidades que las convierten en zonas estratégicas. Su ubicación, características de su frontera, importancia económica, dentro de otras, les asignan un valor geopolítico que se debe atender. Por estas singularidades y ante los hechos que se han observado durante los últimos años en el norte de Chile, es que surge la necesidad de realizar un estudio que analice la situación y examine el área, y así proponer una visión geopolítica actualizada de lo que ocurre, identificando riesgos, amenazas y oportunidades para el interés nacional.
El presente trabajo abarcará dos regiones: la de Arica y Parinacota y la de Tarapacá. A lo largo de él se realizará una descripción de las principales características geográficas de ambas. Posteriormente, se desarrollará un análisis de la situación bajo una óptica geopolítica, con la finalidad de identificar factores que relacionen y evidencien la debilidad estatal en las regiones nombradas, como los problemas derivados del libre tránsito otorgado a mercancías bolivianas o la situación de recursos hídricos compartidos. Luego, el trabajo se centra en obtener conclusiones sobre el debilitamiento de la soberanía, la ausencia de una visión estratégica por parte del Estado, la importancia geopolítica de la zona para Chile y la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales con los Estados vecinos. Finalmente, este estudio se concentra en identificar riesgos, amenazas y oportunidades para el país, así como proponer medidas para solucionar o mitigar los problemas.
Para llevar adelante este análisis, AthenaLab se dirigió al norte de Chile para ejecutar un reconocimiento terrestre y aéreo de la zona, así como entrevistó a autoridades y ciudadanos, lo que se complementó con el estudio geográfico y el levantamiento de antecedentes bibliográficos. La visita de campo incluyó el reconocimiento de la costa, zonas fronterizas, el altiplano y las principales ciudades. El equipo de AthenaLab fue integrado por Fernanda Muñoz, John Griffiths, Marcelo Masalleras y el exembajador Gabriel Zepeda, a los que se sumó Pablo Blanco, Sebastián Gaete y Nelson Cartes, tripulación del helicóptero Airbus H-145.
Equipo AthenaLab
8 de septiembre 2023
