La general de Ejército, Laura J. Richardson, se convirtió este viernes en la primera mujer en ocupar la jefatura del Comando Sur, entidad que supervisa las operaciones y relaciones militares de Estados Unidos en la mayor parte de América Latina y el Caribe.
“Vamos a recurrir a nuestra fuerza y aliados que comparten nuestros valores como democracia, respeto a los derechos humanos, estado de derecho e igualdad de género“, prometió la general Richardson al reemplazar al almirante, Craig S. Faller, durante la ceremonia que se llevó a cabo el cuartel general del Comando Sur en Miami.
“Los rápidos cambios tecnológicos —hoy en desarrollo— demandan una respuesta en los actuales cinco dominios del conflicto. Estamos en una era de competencia entre grandes poderes, y específicamente, entre las fuerzas de la democracia y autoritarismo“, agregó.
Aseguró que su país mantendrá el apoyo a la región para superar los efectos de la pandemia del Covid-19 y enfrentar a los grupos criminales transnacionales.
Richardson se desempeñó anteriormente como comandante general del Ejército Norte de Estados Unidos con base en San Antonio, Texas. Ella se graduó en 1986 del Metropolitan State College, en Denver, y en 1997 de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército, así como en 2007 de la Escuela Dwight D. Eisenhower de Estrategia de Recursos y Seguridad Nacional de la Universidad de Defensa Nacional.
Comenzó su carrera en el Ejército como piloto de aviación y ha estado al mando de unidades, desde el nivel compañía hasta el nivel de teatro de operaciones. Está casada con el teniente general Jim Richardson, quien actualmente se desempeña como subcomandante general del Comando de Futuros del Ejército de Estados Unidos en Austin, Texas.
Por su parte, el almirante Faller pasa a retiro de la Armada, después de casi cuatro décadas de trayectoria.
El Comando Sur es uno de los seis comandos unificados de la defensa de Estados Unidos a nivel global. Entre sus prioridades se encuentran la cooperación con países del Caribe, América Central y América del Sur para enfrentar a las redes criminales transnacionales que azotan a la región, así como proveer entrenamiento a las fuerzas locales y asistencia humanitaria en caso de desastres naturales.
