El interés global por asegurar acceso a recursos estratégicos para el desarrollo ha puesto a Chile en una posición relevante en cuanto a la carrera por el litio. A nivel nacional, la licitación de 80.000 toneladas abrió un debate donde poco se ha comentado sobre la importancia de este metal, la participación en la producción mundial y el posicionamiento que puede alcanzar en áreas de interés global como la electromovilidad y el cambio climático.
Nuestro país concentra poco más de la mitad de las reservas totales de litio y tiene una producción en torno al 30%. En un contexto mundial donde la demanda planetaria por el metal más liviano se encuentra en expansión cabe preguntarse por la importancia que este recurso tiene para Chile y el rol que tendrá el país en la competencia por él.
En un mundo que se encuentra transitando rápidamente hacia la producción de vehículos eléctricos, donde los países han fijado metas de electromovilidad en conjunto con su industria automotriz y considerando que un cuarto de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen del transporte, Chile no puede quedarse al margen de la competencia por un recurso que tiene la mitad de sus reservas en territorio nacional.
LITIO: ¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE?
Es el más liviano de los metales sólidos y concentra su producción en el carbonato de litio. Se encuentra principalmente en las salmueras naturales y cuenta con importantes propiedades que le permiten tener una diversidad de usos.
Fig.1: Usos del litio
Fuente: Cochilco
Actualmente, la demanda por baterías derivada de la transición global hacia la electromovilidad ha generado un interés mundial por este metal. Estados y empresas compiten por asegurar su producción.
Además, el litio juega un papel relevante en el combate al cambio climático. El transporte aporta con un 25% de la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que quienes cuentan con las reservas y las explotan se ubican en una posición de poder relevante en el debate sobre el medioambiente al contribuir a la transición a los vehículos eléctricos. Sin importar su tamaño, las naciones que desarrollen la industria del litio podrían aumentar su influencia alcanzando niveles de liderazgos importantes en esta materia.
Es tal su relevancia estratégica que el 2018 Estados Unidos lo incluyó en el listado de minerales críticos para sus intereses económicos y de seguridad nacional, mientras que el 2020 la Unión Europea lo definió como materia prima crítica.
Seis son las principales fuentes de litio: Salares de cuencas naturales, rocas pegmatitas y granitos, arcillas enriquecidas en litio, salmueras de yacimientos petroleros, salmueras geotermales, zeolitas enriquecidas en litio. Sin embargo, la mayor cantidad del mineral proviene de salmueras y rocas pegmatitas.
EL MERCADO MUNDIAL DEL LITIO
Más de la mitad del recurso mundial se encuentra en Sudamérica en la zona conocida como el triángulo del litio compuesta por Argentina (Salar Hombre Muerto), Bolivia (Salar de Uyuni) y Chile (Salar de Atacama). De ellos, nuestro país concentra el 52% de las reservas mundiales.
Fig.2: Distribución mundial y empleo del litio
Fuente: Cochilco, AFP
La producción global de litio es impulsada por su consumo. China, Japón y Corea del Sur son los principales consumidores representando el 93%, donde China contribuye con el 39% del consumo total y el 50% del consumo de baterías.
Por su parte, el primer productor de litio es Australia con cerca de la mitad de la producción global. Lo sigue Chile y en tercer lugar China. Sin embargo, se estima que, de mantenerse la producción actual, Chile podría ser superado por China y por Argentina.
El 2020 Australia produjo cerca de 40.000 toneladas métricas, mientras que nuestro país lo siguió de lejos con 18.000. El principal compuesto producido fue el carbonato de litio con un 66% de la producción.
En cuanto a la producción por empresa, el mercado está altamente concentrado. Albemarle lidera por participación corporativa (participación en empresas controladoras de operaciones), mientras que Tianqui lo hace por control operativo (compañías a cargo de la operación).
Fig.3: Participación mina de litio por (a) empresa operadora y (b) controladora, 2020
Fuente: Cochilco en base a S&P Global Market Intelligence 2021
El avance de la electromovilidad ha condicionado la demanda de litio a nivel mundial, la que supone un crecimiento anual compuesto del 21% entre 2020 y 2030. Para ese año, el consumo agregado de los vehículos eléctricos representará un 73%. En ese contexto, Chile no puede perder su posición estratégica, por lo que la producción de litio debería ocupar un importante lugar en la agenda política nacional. Por un lado, posicionar al país como principal productor del metal, mientras se potencia su rol en materia de cambio climático al aportar al mercado de la electromovilidad.
PRODUCCIÓN NACIONAL DE LITIO
Los yacimientos de litio en Chile se encuentran ubicados en el Salar de Atacama y Salar de Maricunga, en la región de Antofagasta el primero y de Atacama el segundo. El de Atacama corresponde al mayor reservorio acuífero del metal. Allí, SQM y Albemarle son los principales operadores, quienes además se encuentran expandiendo su capacidad.
Hace tres meses el gobierno abrió una licitación que busca adjudicar 400 mil toneladas de litio equivalente, con lo que se podrían producir más de 2 millones de toneladas de carbonato de litio. Con esto, Chile se mantendría dentro de los principales productores globales. De otra forma, en un mundo donde la demanda se expande, retrocedería a una participación del 17% al 2030.
Actualmente, la industria del litio en comparación con la del cobre se encuentra en una posición muy lejana: el 2020 las exportaciones de litio representaron un 2% de las de cobre. Pero, si se miran otros sectores, como el vino o los salmones, el litio representó la mitad del primero y la quinta parte del segundo ese mismo año.
Al igual que con otros productos, las exportaciones de litio se dirigen principalmente a Asia. A Corea del Sur, Japón y China específicamente. Estos tres países representan cerca del 80% de las exportaciones del metal.
Si bien el mercado del litio ocupa un lugar minoritario en las exportaciones nacionales, la proyección de la demanda de este mineral indica que deberían realizarse esfuerzos por expandir su producción. Tanto oferta como demanda de carbonato e hidróxido de litio muestran una proyección de crecimiento sostenido hacia el 2030, por lo que el país con las mayores reservas globales no puede quedarse fuera.
Fig.4: Proyección oferta y demanda de (a) carbonato y (b) hidróxido de litio (kt LCE) 2019 – 2030
Fuente: Cochilco
REFLEXIONES
Es una realidad que el litio se transformó en un recurso crítico cada vez más demandado. Asimismo, su importancia va más allá del aspecto económico, instalándose en el centro del debate internacional de poder. Quien controle la producción asegurando el suministro del metal más liviano podrá ganar la carrera por la electromovilidad, mientras que los estados que logren una mayor participación en ese mercado alcanzarán un poder relativo importante en el combate al cambio climático.
Para Chile, un país pequeño insertado plenamente en el mundo globalizado, la participación en este tipo de mercados reviste una especial relevancia. La expansión de su capacidad productiva no sólo lo dejaría como uno de los principales actores en el desarrollo de los vehículos eléctricos, sino que, también, posicionaría al país en la lucha contra el cambio climático. De transformarse en un jugador fundamental en el mercado de la electromovilidad, nuestro país podría alcanzar una posición de liderazgo en el debate mundial por el medio ambiente. De esta forma, el litio más que un recurso minero que contribuye a ampliar el sector exportador se transforma en una herramienta de política exterior que profundizaría la influencia internacional de Chile.
Por ello, al momento de pensar estratégicamente el país, la conversación sobre el litio es obligada. Estado, gobierno, empresa privada y los centros de estudio e investigación deben trabajar en conjunto para contribuir activamente en la construcción del rol internacional del país y cómo el litio aporta al desarrollo nacional. Todo indica que el metal más liviano tendrá un rol de peso en el futuro.
Pilar Lizana
Investigadora AthenaLab
