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Importancia geoestratégica de Rapa Rui

10 de septiembre de 2021
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Importancia geoestratégica de Rapa Rui

Tres continentes conforman el Chile de hoy: América, Antártica y Oceanía, convirtiéndonos en un país privilegiadamente tricontinental. Los chilenos pasamos a ser orgullosamente polinésicos un dia como hoy, 9 de septiembre, pero de 1888, incorporándose la Isla de Pascua o Rapa Nui a la soberanía nacional hace ya  133 años, de la mano del comandante Policarpo Toro y nuestra Armada. Con ello, nuestro país adquiere un enclave fundamental para el desarrollo e implementación de una geopolítica del Pácifico como centro de operaciones de la proyección chilena en esta amplia cuenca oceánica, adelantándose así al interés de potencias extranjeras por este importante territorio.

La realidad geográfica de Rapa Nui ha determinado su destino estratégico -que sigue plenamente vigente hoy-, no obstante ser el lugar más aislado del mundo. Gracias a esta iniciativa del presidente Balmaceda, nuestro país ocupa una posición muy importante y ventajosa en el Océano Pacífico y está llamado a ejercer una política de liderazgo regional. Es así como la posición privilegiada de la Isla de Pascua le permite a Chile ejercer su soberanía sobre esta vasta área de territorio marítimo, con la activa participación y apoyo de la Armada de Chile, que no sólo fue precursora en su toma de posesión, sino que además ha sido vital para el progreso y desarrollo de sus habitantes.

La importancia estratégica y geopolítica de la Isla de Pascua está en el ADN de la Armada. En efecto, al papel que cumple la Armada en las tareas de control y apoyo a las actividades oceánicas y del trafico marítimo, se suman aquellas de rescate y salvataje y el combate y control del medioambiente marino, incluyendo la pesca ilegal. Especial reconocimiento merece la labor de vigilancia y control de la Zona Económica Exclusiva en torno a la isla y el rol que ha ejercido el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA) en el trabajo para extender la plataforma continental de Rapa Nui más allá de las 200 millas, conforme dio cuenta la presentación efectuada este año por el Estado de Chile en el marco de la CONVEMAR.

Sin embargo, este liderazgo regional asumido por nuestro país en materia de cooperación transpacífica, tanto en el plano político y académico como empresarial, donde se ha generado una virtuosa asociación público-privada, contrasta -en ocasiones- con la falta de visión de conjunto o estratégica de nuestras autoridad políticas, dejando la impresión que este liderazgo regional ha quedado a mitad de camino. Un buen ejemplo de ello, en el plano de la integración económica, es la falta de voluntad política para aprobar el TPP11 en el Congreso Nacional, del cual Chile fue uno de sus principales impulsores. Motivados por pequeñas ventajas políticas o electorales, algunos sectores políticos han preferido una mirada miope por sobre una visión estratégica.

Como país, tenemos grandes desafíos que abordar con respecto a Isla de Pascua. Junto con reconocer, respetar y desarrollar fuertemente la identidad cultural de la isla, especialmente su idioma, educación y patrimonio arqueológico y cultural, debemos hacer un esfuerzo mayor como Estado para habilitar a Rapa Nui como un polo estratégico que le permita a Chile aumentar su rol e influencia geopolítica en la región más dinámica del siglo 21, como es el Asia Pacífico.

Francisco Orrego B.

Columna publicada originalmente en El Mercurio de Valparaíso. Reproducida con permiso del autor.

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