Entrevistas

COLUMNA | Sin seguridad no hay economía que funcione

Entrevistamos a Richard Kouyoumdjian, vicepresidente de AthenaLab, para analizar los actuales desafíos que tienen por delante las Fuerzas Armadas de América Latina, con especial foco en Argentina y Chile.

28 de Marzo de 2025 Pucará Defensa Richard Kouyoumdjian
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COLUMNA | Sin seguridad no hay economía que funcione

Las Fuerzas Armadas de América Latina vienen enfrentando una situación cada vez más compleja, donde se suman crecientes amenazas, especialmente asimétricas, como el caso del crimen trasnacional y el terrorismo, junto a presupuestos cada vez más ajustados, el éxodo del personal y un sector político que no termina de comprender para qué el estado tiene defensa. Hablamos con Richard Kouyoumdjian, vicepresidente de AthenaLab, sobre estos temas y qué pueden hacer las instituciones de la defensa para mejorar su situación.

Pucará Defensa: ¿Cuál es la situación de la defensa en la región?

Richard Kouyoumdjian: Yo creo que la situación general de la defensa tiene la dificultad de tipo presupuesto administrativa, en un entorno donde lo que está primando es la Seguridad Pública y en donde los proyectos de defensa siempre son de largo plazo, no son simples. Además, en una situación donde no se tienen, por hablar de Argentina a Chile, situaciones complejas e inmediatas con sus vecinos, que a veces atrae la atención del mundo político y de la prensa. Entonces, el desafío de un país como Chile, es cómo hacemos que el modelo presupuestario funcione y, efectivamente, el presupuesto de inversiones no se ha interrumpido, pero el presupuesto operativo está afectado por el hecho de que el Estado de Chile no ha hecho una labor tipo la que hizo Milei entrando al gobierno, que fue a decir ‘vamos a achicar todo lo posible, pero seguridad y defensa no los voy a afectar’.

El problema es que el primer ajuste presupuestario que se hizo en enero en Chile es equivalente a 544.000 millones de pesos, unos 600.000.000 dólares. Lo que hicieron fue que Carabineros y la Policía de Investigaciones no estén afectadas y algunos programas sociales y a todo el resto le aplicaron entre 15 y 18% de reducción en la línea de gasto de personal y la línea de gasto general, lo que se llama los subtítulos 21 y 22. Y entonces al Ejército y la Marina, que son más intensivas en mano de obra esto les pega más directamente.

Tenemos un problema ahí. ¿Cómo resuelves ese problema? En Argentina probablemente es más simple hacer un ajuste de como el que hizo el gobierno Milei, porque buena parte del gasto está en las provincias, independiente que mucho de ello es por transferencia directa desde el Gobierno central, porque las provincias no tienen suficiente recaudación propia como para cubrir todos sus gastos y necesitan alguna ayuda del Gobierno central. Lo otro, a diferencia de Chile, es que probablemente la situación con la cual Milei se encuentra cuando asume como gobierno era más catastrófica que la realidad de Chile. La realidad de Chile es un poco más sana en ese sentido, pero cuando tú le quitas los presupuestos operativos a las Fuerzas Armadas, tienen que comenzar a pedir permiso al Ministerio de Defensa para reciclar presupuesto de inversiones a presupuesto operativo y con eso evitar que pare la operación. Hoy en día las Fuerzas Armadas, por lo menos en el caso de Chile, no solamente están teniendo que financiar su entrenamiento habitual, sino que también está la necesidad de tener que operar en lo que se llama la Macrozona Sur, es decir, la zona de insurgencia mapuche, o dando apoyo en el norte, en la frontera noreste, en lo que particularmente se refiere a la frontera con Bolivia y Perú, ya sea marítima o terrestre.

PD: ¿Hubo alguna asignación específica para operar tanto en la Macrozona Sur como en el norte?

RK: Yo diría que no ha habido presupuestos regulares asignados. Puede que haya algún poco de suplemento en algún minuto, pero uno de los problemas que tenían las Fuerzas Armadas es que cuando tú mandas a la gente a operar en estas zonas les tienes que pagar asignación de zona, y además les impacta la economía familiar, es decir, cuando el tipo se va del puerto, base aérea o cuartel, muchas veces mucho militar en horario vespertino realiza otras funciones, ya sea chófer de Uber o ese tipo de aplicaciones o cuando sale y ya no está en la casa, la señora no tiene la libertad que tiene cuando él está en la casa y ella tiene que hacerse cargo de la familia y tampoco tiene libertad laboral. Entonces todas estas cosas por lo general causan problemas y las Fuerzas Armadas buscan pagar alguna asignación de zona que normalmente no estaba en el presupuesto.

Además, lo otro que pasó en el caso de Chile es que no solamente hubo un ajuste en este gobierno, sino que en el gobierno Piñera hicieron una versión bastante simplificada de un presupuesto base cero. Se tomaron unos años en que se gastó menos y dijeron esto es la base cero, los costos, por lo menos en el caso de la Marina, tomaron un año en que no había RIMPAC o UNITAS y operaciones donde existen asignaciones especiales.

Las Fuerzas Armadas en Chile tienen presupuesto en dólares y presupuesto en moneda nacional. Todo esto afectaba principalmente al presupuesto de moneda nacional. Pero entonces no hubo mucha inteligencia de parte del Ministerio de Hacienda cuando dispuso a hacer los recortes.

Entonces, yo veo como tema principal, estados que necesitan, ante escenarios de menor recaudación, ajustar el tamaño del Estado, que no están reconociendo que por ley o constitucionalmente la función seguridad es primaria del Estado y exclusiva del Estado. Y a veces, al igual que los gobiernos de Kirchner o Alberto Fernández en Argentina, los programas sociales han tomado mucho tamaño y el gran tema es cómo desconectas esos programas sociales, a la vez de que incrementas tu gasto en el área de defensa o seguridad en la proporción que corresponde.

Entonces se hizo un ajuste y posteriormente quizás venga otro. Hay mucho político que está considerando un poco difícil que el gobierno pueda hacer el segundo ajuste por el año electoral, pero el hecho es que quien se reciba el gobierno se va a tener que hacer cargo de este problema.

PD: ¿Cómo ves que eso está impactando en la capacidad de las fuerzas tanto en Chile como a nivel regional? Porque todos los países están en una situación parecida.

RK: Significa que eventualmente esto te puede estar afectando en dos cosas, principalmente en la cantidad de horas de entrenamiento. Probablemente terminas dedicando menos horas a patrullaje marítimo o aéreo o, a veces, simplemente no tienes las dotaciones o los equipos completos para poder mantener el ritmo de patrullaje, si es que no tienes problemas de combustible. Y lo segundo aquí, en el caso de Chile, yo veo un impacto directo en el servicio militar y la capacidad del conscripto, cuando, además, la remuneración para los soldados conscriptos se había ajustado y ahora todavía son más caros. Y ante un recorte de tal tamaño en el Ejército, el Ejército va a tender a proteger a su personal de planta y no necesariamente hacerse cargo del problema de los conscriptos, que son la principal fuente de alimentación para lo que se llama el soldado de cuerpo profesional, que es un híbrido entre conscripto y personal de planta, son personas que pueden estar por plazos limitados, es decir, por 4 años o 6 años, ganan más que un conscripto y menos que un personal de planta. Es que hoy en día, también en los escenarios de seguridad que existen, la tendencia es la empresa privada que, ante la falencia del Estado en proveer seguridad, prefieren contratar a miembros de las Fuerzas Armadas para que se sumen a su propio equipo de seguridad.

Por lo menos Chile quizás tiene sus programas más montados, creo que la prensa muestra que la economía argentina va mejorando, pero no sabría necesariamente si la capacidad de recaudación del Estado lo está haciendo para poder solventar la inversión en defensa, porque Argentina tiene un track record bastante nefasto en esa batería. Y no sé si, cómo está el crédito de los países de los bancos extranjeros hacia Argentina, Argentina pueda ir adelante con la adquisición de los F-16 o material naval, es decir, los planes a nivel del Ministerio de Defensa Argentina existen, pero la realidad económica latinoamericana no es muy distinta de un país al otro y, por lo tanto, a no ser que haya un programa bien montado, puede haber un cierto riesgo ahí. Ya ha llegado algún material de vuelo tipo Hercules o P-3 de Estados Unidos, que viene “ready to use”.

Entonces, en el caso de Chile, yo creo que las Fuerzas Armadas tienen que seguir focalizadas en el tema de Seguridad Pública, pero además con unos presupuestos que están un poco ajustados y con políticos que le tienen miedo a la reacción del pueblo cuando les quiten programas económicos. Es el caso de la Argentina, el nivel de la crisis es bastante profunda. El paciente más estaba, estaba yendo directo a la UTI y dijo ‘ya, haga lo que lo que tenga que hacer conmigo’. Pero el caso de Chile, este paciente es un poquito más complejo.

Y lo segundo es que todos los países de Latinoamérica estamos afectos a lo mismo, es decir, si nosotros tenemos que renovar nuestro equipamiento, los precios ya no son los mismos porque hay una mayor demanda en Europa, Estados Unidos y en Asia, y ahora, con los últimos desarrollos en seguridad global, los mismos europeos han declarado que ellos no tienen la capacidad y tienen que generar capacidad para poder llegar a fabricar el equipamiento que significa subir de 2 a 2.5 y, eventualmente a 3% del PBI. Esa capacidad no existe en Europa y no existe en Estados Unidos, tampoco existe en Asia.

La industria militar argentina y la chilena pueden hacer cosas, pero tienen sus limitaciones, es decir, ninguno te va a fabricar los misiles del F-16 y lo que tenemos en capacidades es bastante básico, como proyectiles de artillería de 105 mm o para morteros, pero nada de municiones sofisticadas, guiadas, etcétera. Pero, sin embargo, la realidad de Seguridad Pública necesita mano de obra y su tipo de equipamiento es más simple y menos sofisticado que el que requieren las Fuerzas Armadas para cosas más complejas.

Los peruanos tienen, junto con los brasileños, programas más montados y un poco parecido es el caso de Chile. Es decir, una vez que tú tienes tus gradas activas, un grado de construcción y lanzamiento en los astilleros, cerrar esas gradas te sale muy caro. Por lo tanto, te conviene siempre estar construyendo algo. Ya los peruanos han comprado material de origen coreano principalmente, pero no tenemos mucha certeza de la calidad de ese material.

Los marinos y los militares argentinos y chilenos son un poco más sofisticados. Hoy están acostumbrados al material americano y al material europeo y culturalmente no se sienten cercanos, si te fijas ni siquiera en el minuto de mayor acercamiento entre la Argentina de Alberto Fernández y los chinos, se compró equipamiento militar chino, cosa que sí sucedió en Perú y en Bolivia. Para los brasileños tampoco, a ellos les gusta construir las cosas localmente con tecnología americana o francesa.

PD: ¿Cómo la cuestión del presupuesto afecta no solo a la operación, sino también al personal? En cuanto a esto de que mucha gente se va a empresas privadas u otros trabajos debido a las pocas perspectivas de carrera y a los bajos salarios.

RK: Yo creo que el tema en países como Argentina o Chile es crítico, porque de partida tus academias militares o escuelas son buenas y generas buen personal militar, naval o aéreo, Históricamente te robaban los pilotos para líneas aéreas, pero hoy en día el tema es un poco más complejo. Tú haces una encuesta en Argentina y ves cuánto infantes de marina o soldados profesionales en el Ejército se están yendo y probablemente vas a encontrar que es más que lo que el público maneja en la cabeza, y también a nivel de oficiales.

Creo que lo que está pasando con nuestras Fuerzas Armadas es un reflejo de la realidad económica y el hecho de que los gobiernos prefieren financiar programas sociales que asumir lo que significa la defensa. Ahora, no es que estén despreocupados de la seguridad, si tú miras, probablemente el Ministerio de doña Patricia Bullrich está con buen presupuesto y nadie se está retirando ahí porque probablemente se generan nuevas opciones y oportunidades al interior de ese ministerio que antes no existían. Pero lo que es defensa, no veo un buen pronóstico porque a los gobiernos les cuesta.

En Chile tenemos un año electoral, por lo tanto, estas cosas se van a discutir y sé que los candidatos más de derecha, entiéndase Johannes Kaiser y José Antonio Kast en sus programas incluyen una utilización más activa del Ejército y la Infantería de Marina al estilo de lo que sucede en Colombia, en México o en El Salvador, para asistir a las policías en el combate al crimen organizado y en la protección de las fronteras. O tomar acciones más decisivas en la Macrozona Sur, contra la insurgencia mapuche, cosas que la Argentina ha hecho.

La Argentina ha apretado un poco las clavijas a los insurgentes en la zona sur y hoy en día las Fuerzas Armadas no están involucradas directamente, pero si dan cierta seguridad a la operación de las Fuerzas de Seguridad.

La gran conclusión, en la geografía nuestra es que, ante la ausencia puntual de amenazas, las cosas son más internas, es decir, si van a ser utilizadas con mayor o menor intensidad en el combate al crimen y todos los presupuestos pueden terminar haciendo que tengan que dedicar más recursos a otras funciones y no a su rol principal.

Por último, creo que hay una cosa que afecta a toda la región que es que la nueva administración norteamericana quiere saber en qué lado estás ¿Estás conmigo o estás contra mí? Algo que nosotros esperábamos que viniera más de los chinos que de los norteamericanos. Que los norteamericanos exijan eso a países cuyas economías están para abastecer al este, es decir, a Asia y a China en particular, es no entender cómo es la economía, es decir, los peruanos lo tienen claro, ellos se orientan al que les paga la fiesta. Pero Milei, por más que diga cosas respecto del mundo chino, no dice nada de los chinos, prefiere no meterse porque sabe que le cuesta caro. Pero, por otro lado, los americanos están exigiendo a países como Argentina y Chile un alineamiento que yo no veo cuál es el propósito de forzarlo, si los chinos, hasta ahora, aparte de ciertas inversiones que han realizado en la región, no se están comportando como una potencia global que quiere tener control de la zona. Los chinos todavía están muy concentrados en su propio territorio y los accesos oceánicos o por detrás, vía Mongolia o alguno de los países de la ex Unión Soviética o de carácter musulmán.

Entonces, los chinos a lo más se acercan a Australia o el mar de Tasmania, pero no han venido. Hubo una época, hace unos años, en que los embajadores chinos eran la versión de lo que llamaban el “warrior wolf”, eran bastante asertivos y exigían, pero vieron que eso no les servía.

PD: América Latina negocia con todos y provee tanto a China como Europa y Estados Unidos y les compra a todos.

RK: Sí, en el caso de Chile las exportaciones a China son un 35% del total, es muy fuerte.

Pero que te exija la administración Trump estar alineado más con uno que con el otro. Nosotros decimos que no hacemos nada malo para que los Estados Unidos nos venga a exigir. Pero, por otro lado, la Armada y la Fuerza Aérea son muy intensivas en la utilización de equipamiento norteamericano. Y, que yo sepa, no conozco ningún piloto argentino ni chileno que esté dispuesto a que les cambien el material norteamericano por el material chino. Y yo creo que los chinos están conscientes de eso y no les preocupa, son pragmáticos, ellos no son hegemónicos hasta ahora en lo cultural ni tampoco en las posesiones terrestres. Están más preocupados que no se los vuelvan a violar como se los violaron en oportunidades anteriores, siempre desde el mar.

PD: Así es y se ve en el desarrollo enorme de su armada.

RK: Pero todavía no opera globalmente, opera principalmente en el Mar de la China y de vez en cuando alguna unidad que parte hacia el Índico y el Pacífico Suroccidental. O eventualmente al Mediterráneo, una flotilla China ha pasado por Sudamérica, pero pasan una vez cada unos 15 o 20 años.

PD: ¿Cómo crees que puede influir a América Latina la situación global?

RK: No sé si tú recuerdas al comienzo de la inauguración, no sé si fue Trump o el subsecretario de Estado o Vance que dijo que Latinoamérica no era una prioridad, que había otros lugares del mundo que los tenían más preocupados. Aunque poco diplomático y poco político, efectivamente ha ido cumpliendo todos sus planes de campaña, por lo menos direccionalmente. No sé si exactamente cada uno en detalle, pero, si él dice que nosotros no somos prioridad, no tenemos prioridad, no es que eso significa que vayan a eliminar el Comando Sur, pero ya no tiene ningún tipo de equipamiento, excepto el cuartel.

PD: China puede verlo como una oportunidad.

RK:  China, al igual que Estados Unidos, va a querer tener acceso a tierras raras. No vienen a comprar cosas manufacturadas en Chile y Argentina, sino a buscar materia prima tal, como lo buscaban antes, lo siguen buscando ahora y lo van a seguir buscando después. Pero a mí cuando me dicen que China construyó el terminal portuario de Chancay, tenemos un problema, si pretendíamos tener un tráfico marítimo directo para China. Pero es porque China en algunos rubros tiene excedentes de caja, a veces no tiene oportunidades de inversión en su propio país  y sale a hacer inversiones en ciertos rubros que conoce, pero eso no quiere decir que ellos se compraron el Perú y se compraron la zona de Chancay, pusieron un puerto.

Efectivamente, Estados Unidos quiere ir sacando de la zona a China, lo que le es más cercano a ellos y no salieron a criticar por Chancay, sino por el Canal de Panamá, que es algo que ellos desarrollaron, que lo tienen más cerca y es más estratégico para ellos.

PD: Si bien Panamá al final aceptó el pedido de Estados Unidos, ¿no puede llevar a que haya un giro de los países a mirar más amistosamente a China, como un país que les puede dar seguridad frente a un Estados Unidos que les reclama?

RK: Estados Unidos no te va a atacar, te va a subir los aranceles, te va a aislar y vas a dejar de tener una relación activa con los Estados Unidos. Ahora, si China va a reemplazar a Estados Unidos de la misma forma que Estados Unidos se relacionaba con nosotros, lo veo difícil, tanto por temas de cultura como temas de idiomas. Probablemente van a ser la segunda embajada más importante de un país extranjero, pero de ahí a que los tipos tengan una agenda de ser una nueva potencia controladora en la Sudamérica que conocemos, lo veo muy difícil.

PD: ¿Cómo ves la postura de Europa con respecto a la región? ¿Ahora que se está aislando de Estados Unidos? Si bien miran más que nada a Rusia, ¿qué mirada crees que tiene hacia Latinoamérica?

RK: Europa creo que el único interés que tiene con Latinoamérica es comercial. Y hoy en día va a seguir siendo así porque con Estados Unidos se va confirmando lo que se temía desde el primer gobierno de Trump, que Estados Unidos fuera matando a la OTAN o dejando de cooperar en la defensa europea, los europeos probablemente van a tener que ir descontinuando algún tipo de programas de ayuda social que hacían a Latinoamérica, si es que quieren dedicar un mayor porcentaje del PBI a la defensa.

PD: En ese sentido, la proyección a la Antártida, que cada vez tiene más importancia formas para las potencias.

RK: La proyección antártica sigue siendo igual de importante como era hace 10 años, lo que pasa es que lo que se llama el Mar de Hoces o Mar de Drake y el Estrecho de Magallanes toman importancia por ser pasos estratégicos. Ahora ¿estratégico para quién? Para los Estados Unidos básicamente, para cuando quiere mover flotas de un lado al otro, pero no es estratégico para los europeos ni para los chinos. Pero también ambos pasos oceánicos están en el interés de todos por la realidad climática que afecta al Canal de Panamá, que no está operando todo el tiempo o no está permitiendo el tonelaje que debiera permitir.  

PD: Más al norte de América Latina, ¿cómo ves el tema de seguridad contra el crimen organizado? Lo que pasa en México, Colombia, Centroamérica, que hoy cada vez tienen más participación de las Fuerzas Armadas, pero el problema se sigue agrandando.

RK: El problema se sigue andando porque los países no tienen estrategias específicas de combate al crimen organizado y si tú tuvieras estrategia como lo entiende el mundo militar, probablemente tendrías más claridad en las fuerzas militares que son necesarias para dar apoyo a las policías.

Otro tema es que los países de Latinoamérica tienen poco desarrollada o no tienen bien desarrollada la función de inteligencia y la capacidad de contribuir con datos predictivos respecto de la evolución de estos fenómenos. Por miedos del pasado nunca quisimos darle poderes a las inteligencias que asociamos más con los gobiernos militares que estuvieron a cargo hace unas décadas y la gente confunde servicios de seguridad con servicios de inteligencia.

PD: Uno ve esta situación en gran parte de Latinoamérica, inicialmente se relacionaba con Colombia, pero ahora, mirando desde el sur, el problema ha ido creciendo en Perú, Ecuador, Bolivia y Paraguay y el crimen organizado se va volcando también hacia el Cono Sur, hacia Chile, Argentina y Uruguay.

RK: Sí, el tema principal ahí es que los países de Latinoamérica están afectados por los mismos tipos de fenómenos, es decir, tenemos sistemas políticos o políticos a cargo que son poco capaces de tomar decisiones duras y hacer evolucionar el sistema ajustándose a las nuevas realidades y a veces más bien son de la condición ‘de que pasen rápido mis 4 años y se los dejo al que sigue’ o tienen que suceder situaciones mucho más críticas y extremas, como es el caso que justifica la elección de Milei en Argentina. Milei, sin el drama que tenía la Argentina, no habría llegado jamás al gobierno.

Y los países están más o menos afectados por situaciones internas. En Perú da lo mismo el nivel de aprobación de la presidenta Boluarte, pero ellos logran separar los temas económicos y los temas de seguridad y el país sigue funcionando. En Argentina y Chile está todo mucho más integrado y la gestión de los gobiernos se mide en temas de seguridad, pero ninguno de estos países tiene estrategias de seguridad pública vigentes y buenas estrategias bien armadas, que reconozca que toda estrategia tiene que tener, como dicen los estadounidenses “ways, means and ends” y eso ellos no lo tienen. Los gobiernos de la región a veces no tienen especialistas en la materia, erran en los diagnósticos y por lo tanto, en las soluciones a aplicar.

PD: ¿Ves mucho desconocimiento por parte del sector político de América Latina sobre la defensa, la necesidad de las Fuerzas Armadas y para qué usarlas?

RK: Yo creo que sí, creo que el público no lo entiende, probablemente sí ha habido una revalorización de la función militar que está aceptando que el mundo militar contribuye al tema de la seguridad. Pero eso es porque la situación de seguridad se escapó de las manos. Junto con eso, las fuerzas militares de los distintos países han sido de las menos corruptas y las que estamos menos afectados por otros problemas, sabemos que no son perfectas, pero cuando tú la comparas contra el resto del aparato estatal o municipal, claramente los tipos sobresalen.

PD: Se ve en todos los países, en las encuestas, de todas las instituciones son las más valoradas por la gente.

RK: Lo otro que está pasando es que la función militar, es la demanda por personal militar o policial en el mundo privado y estatal que, en el caso de Chile, por ejemplo, se traduce en generales de ejército y de carabineros en retiro asumiendo las direcciones de seguridad de las municipalidades, porque además el estado ha estado tan concentrado con las fuerzas policiales en los problemas nacionales que han dejado un poco abandonado los temas locales.

Y toda la gestión de crisis y prevención de desastres también ha ido cayendo en los distintos directores regionales de lo que se llama el Servicio Nacional de Prevención de Desastres (Cenapre). Y hoy calculamos que por lo menos 3 o 4 directores regionales son exmilitares o exmarinos. Lo que se entiende que, en este mundo, que además está afectado por un clima global más caprichoso, tienes que también tener esa capacidad que normalmente se le aprecia al mundo militar, lo cual te genera una segunda demanda por personal militar para manejar este tipo de situaciones.

Sucede que hoy en día estamos en un mundo más complejo, más desordenado y requiere del mundo militar, son gente jerárquica, disciplinada y, por lo general, muy bien preparada.

PD: ¿Qué te parece que se tendría que hacer desde la política y las Fuerzas Armadas para enfrentar estos desafíos, qué cambios crees que son urgentes hacer?

RK: Uno tiene que aceptar que va a haber cierto retiro de gente por una demanda, pero esto es como la estrategia de unas empresas que había de auditoría que tú sabías que entrenaban muy bien a los futuros contadores, auditores o a la gente que trabajaba en auditoría y que si tú querías a alguien había que ir a buscarlos ahí.

Que el mundo militar tenga un cierto drenaje hacia el mundo privado y el mundo estatal, no militar, creo que es una muy buena noticia, que comienza a ampliar notoriamente la empleabilidad del personal militar. Yo creo que al mundo militar, tener una empleabilidad que reconoce su expertise, su disciplina, su jerarquía, su capacidad de trabajo, es muy bueno y eso tiene que entenderse que más que estar en Pucará Defensa o en Athenalab va a estar en los municipios o en las provincias que necesiten equipos de seguridad sofisticado. Porque esto es como cuando yo hablo en la Municipalidad de Las Condes, les digo ‘sí, somos mucho mejor que los otros municipios, pero vivimos en una mala región e inevitablemente nos vamos a contagiar en algún minuto’.

El problema es si tú lo puedes rechazar o estás equipado como para poder manejarlo y ahí uno tiene que ver la realidad de Colombia, de Bolivia, de México y aunque somos tan sofisticados los argentinos y los chilenos, también somos países del Cono Sur. Nos creemos más europeos, pero al final del día lo más probable es que el virus nos llegue.

PD: ¿Qué crees que pueden hacer los gobiernos frente a un escenario con menos presupuesto, menos personal o personal que se va y, por otro lado, amenazas más diversificadas?

RK: Tener mucha mejor capacidad de prospectiva para ir dando más efectividad a la utilización de sus fuerzas. Y van a tener que explicarle a su público y a la gente en general que sin seguridad no hay inversión, no hay economía que funcione, no hay nada que se sostenga. Yo creo que eso es crítico en los escenarios futuros.

Los jefes de los estados mayores de las distintas fuerzas o comandantes en jefe son los que tienen que ir generando esas capacidades a nivel de empleabilidad y de capacidad de emplearse en otros rubros, pero poniendo un poco más de restricciones en el periodo inicial que tú dispones de oficiales o de tropa o de clases, poner condiciones más duras de salida ante los 10 años, pero ya a los 10 años puedes comenzar a liberar y probablemente tienes que perfeccionar tus modelos de reserva militar, naval o aérea. Si quieres vas a tener que operar un poco más a la israelita, donde tu fuerza militar tiene buena parte de ellas en la reserva, pero en Israel hay muy poca diferencia entre la efectividad de una Brigada de planta y una Brigada de reserva.

PD: Y en esto va a ser importante la capacidad de lobby desde las Fuerzas Armadas con los políticos para explicar que sin defensa no hay desarrollo económico o no hay inversión.

RK: El político entiende el problema hasta la Seguridad Pública, le cuesta hacer la extrapolación a nivel defensa. Es decir, tienen que suceder cosas como el que ocurre con los países europeos respecto de Ucrania y Rusia. Tiene que producirse una situación de ese tipo para que los gobiernos europeos revaloricen la función de defensa, a diferencia de las Fuerzas Armadas francesas, británicas y norteamericanas, que son Fuerzas Armadas permanentemente en acción, siempre están metidas en alguna parte y en algo. Entonces, eso hace que la función militar siempre está más presente. Pero el resto se parece más a España, Italia o países que tienen sus capacidades militares, pero que nadie cree que las van a utilizar algún día.

PD: Es lo que pasa en América latina, donde fuera de los conflictos asimétricos como en Colombia, o el tema del crimen organizado, las Fuerzas Armadas no han estado en combate prácticamente nunca o hace muchísimos años. Entonces tienen esa visión de que nunca van a emplear el instrumento militar en una guerra.

RK: Exacto. Ahora y muchas veces la máxima cercanía del instrumento militar mismo siendo utilizado efectivamente en labores militares eran misiones de paz o participación en ejercicios del tipo del RIMPAC. En el caso de Chile siempre tuve que pelear con que, por ejemplo, el RIMPAC se convirtió en un objetivo más que en un medio. Es decir, el asistir al RIMPAC era como lo buscado por ciertas unidades de la escuadra o en el mundo aéreo participar en el Cruzex, que le permitían operar ‘peer to peer’.

Ahora tú ves a las fuerzas argentinas cuando se despliegan al norte o las chilenas cuando van a la frontera del norte o la zona sur, su equipamiento es 100% militar tanques, visores nocturnos, entonces parece que estas fuerzas van a enfrentar una realidad criminal o de Seguridad Pública muy sofisticada, porque el equivalente policial que llega no es tan sofisticado.

Entonces, yo creo que estamos viviendo una realidad, hay una palabra que se ha vuelto popular en el último tiempo, muy líquida. Pero no puedes asumir que el futuro de 5 o 10 años va a ser estable. Te puede pegar algún evento catastrófico, el cambio climático, puede ser que no monitoreaste y trabajaste bien los temas contra el crimen transnacional. La realidad es que la Argentina tiene que lidiar, al igual que Chile, con una Bolivia que es un estado fallido. Y tiene realidades donde es poco probable que tenga un escenario 100 % militar, todo es híbrido. Lo que yo veo para adelante es todo híbrido y tenemos la suerte de estar ubicados en el Cono Sur de Sudamérica, pero si Chile fuera Francia y Argentina, Alemania, los dos estaríamos operando entre los dos, viendo como hacemos, si es que Estados Unidos nos va a quitar el cheque en blanco que emitió cuando se crea la OTAN y que uno ha vivido a costa de que las Fuerzas Armadas en Europa básicamente se habían desconectado cuando se termina la guerra fría, pero ven que se les acerca algo nuevamente y son países que hoy en día no tienen cultura militar, la tuvieron pero ya no la tienen.

Entonces yo creo que el si tú sos el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Argentina, el Brigadier Isaac, y viene Petri y te dice ‘bueno, brigadier, ¿para qué nos organizamos?’ El brigadier Isaac responsablemente va a decir ‘para cualquier cosa’. Porque hay capacidades que el brigadier Isaac y las distintas instituciones tienen que generar a largo plazo como en lo inmediato. Por ejemplo, si los gobiernos deciden que la fuerza multinacional de imposición de paz o mantención de paz en Ucrania vayan a ser países no europeos, para que no sean miembros de la OTAN. Y partieron los chilenos y los argentinos. Si les pagan la cuenta van a partir al tiro, con tal de tener un poco de acción, todos felices. Entonces, es una visión que sería bastante más parecida, probablemente, a lo que fue Bosnia Herzegovina.

Yo creo que los tiempos recientes, en lo que se refiere a la función militar, son de muy compleja planificación, porque se ha dado todo a una velocidad impresionante. Entonces, tengo que ver qué capacidades mínimas necesito desarrollar cuando tengo que tener flexibilidad, adaptabilidad, gente, unidades más organizadas de fuerzas especiales o de brigadas aerotransportadas, porque tienen diseños más flexibles, fuerzas navales que sean altamente integrables.

Ahora observaba una China que es una potencia global que se comporta como una potencia regional, pero si cambia su mindset puede tomar una postura más global y salir más activamente fuera del Mar de China y eso cambia la ecuación. También esta exigencia de Estados Unidos de que estás conmigo o estás contra mí, pero en el caso de Chile no es tan evidente porque Chile históricamente tuvo su postura estratégica más no alineada, reconoce una afinidad con Occidente, pero sabe que la cuenta se la paga China.

Aquí entendemos que nuestros ministros de defensa no son profesionales de las armas, asumamos la posición de los jefes de las instituciones, cuando hacen estas evaluaciones de ‘para qué tengo que prepararme y para qué tengo que estar preparado a futuro’ se ha vuelto muy complejo. Lo que sí, yo invertiría es en la capacidad de inteligencia. En el mundo actual, esto es como trabajar en una empresa privada y no tener un buen departamento de marketing. Vas a ir a la quiebra, es decir, si hay algo que te va a permitir tener cierta flexibilidad y capacidad de adaptarte a las realidades es tener buenos servicios de inteligencia militares y civiles.

Y con capacidades integradas, no estas cuestiones que son silos que no se comunican entre ellos. No son temas que pueden manejar amateurs, tienen que llamar necesariamente a los profesionales de la seguridad y la defensa.

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