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Kim: Los rumores de mi muerte han sido exagerados

La ausencia del dictador norcoreano Kim Jong-un de ceremonias públicas [...]

28 de abril de 2020
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Kim: Los rumores de mi muerte han sido exagerados

Juan Pablo Toro

La ausencia del dictador norcoreano Kim Jong-un de ceremonias públicas por el nacimiento de su abuelo Kim Il-sung, fundador de la dinastía comunista, desató todas clases de especulaciones sobre su salud, incluso dando credibilidad que no tienen a sitios de internet adictos a la rumorología.

Ante la espectacularidad de una posible noticia, de pronto se olvidó que a Corea del Norte se le llama “El Reino Hermético”, porque justamente es casi imposible saber lo que pasa ahí dentro. A pesar de que la condición física de los gobernantes es una de las grandes preocupaciones históricas de los servicios de inteligencia.

Con el paso de los días, desde Corea del Sur, donde están los más interesados en saber los movimientos de su vecino nuclear, las autoridades locales explicaron que la ausencia de Kim podría deberse a una medida preventiva ante el coronavirus, pero que no veían nada fuera de lo usual. El sitio especializado www.38north.org exhibió imágenes satelitales dando cuenta del movimiento del tren del dictador y luego él mismo envío un mensaje escrito a un grupo de trabajadores a través del principal diario del país.

El ministro de Unificación de Corea del Sur, Kim Yeon Chul, incluso calificó el martes de “fake news” los rumores sobre la salud del gobernante norcoreano y criticó que se haya generado una “infodemia” sobre el tema, concepto que describe una pandemia informativa.

Con su fino sentido del humor, el escritor estadounidense Mark Twain escribió que los “rumores sobre su muerte habían sido muy exagerados”, cuando se habló de su deceso. Aunque parezca una obviedad decirlo, lo cierto es que el líder norcoreano seguirá vivo hasta que no lo esté. ¿Y cómo sabremos cuándo eso ocurra? Es la gran pregunta.

El antecedente más directo, en su caso, lo tenemos el 19 de diciembre de 2011, fecha en que la televisión estatal de Corea del Norte informó la muerte de Kim Jong-Il, padre del actual dictador. Si el deceso del “Querido líder” ocurrió ese mismo día, el anterior o mucho antes, es objeto de controversia. Pero lo importante, es el canal oficial por el cual se transmitió la noticia.

Lo anterior tiene que ver mucho con lo que sucede cuando mueren los dictadores en el poder por enfermedad –nunca de “nada grave”– y no de forma violenta. La década pasada es rica en ejemplos de lo primero. Porque convengamos que los secuaces del libio Muammar Gadaffi no tuvieron mucho espacio y tiempo para anunciar su partida en 2011, tras ser linchando por una turba.

Si vamos a América Latina tenemos aún frescos los recuerdos de Hugo Chávez y Fidel Castro, quienes sufrieron problemas de salud que terminaron extinguiendo sus vidas.

El 5 de marzo de 2013, el entonces vicepresidente Nicolás Maduro, rodeado del alto mando militar, estaba dando un típico discurso plagado de insultos a la oposición y denuncias de intervenciones extranjeras cuando anunció la muerte del Chávez.

De este modo, Maduro puso fin a meses de mentiras y especulaciones que incluso llevaron al diario El País de España a publicar una foto en portada de quien se creía era Chávez entubado y que resultó ser falsa. Lo que nunca se despejó fue el tipo de cáncer que se llevó al “Comandante eterno”. Muy propio del secretismo que rodeó los últimos días de vida de alguien que se fue a tratar a Cuba, donde existía y existe un régimen especializado en la opacidad de sus decisiones y acciones.

En esa misma isla, la muerte del dictador Fidel Castro se anunció el 25 de noviembre de 2016 por parte de su hermano Raúl, a quien le había delegado el poder de forma progresiva y no muy democrática 10 años antes, cuando un padecimiento intestinal le hizo imposible seguir gobernando directamente. 

Por eso, cuando muera Kim, lo vamos a saber. Lo más probable es que el anuncio oficial lo haga la televisión estatal norcoreana. Solo que está vez no será en la voz de Ri Chun-hee, más conocida como la “La Dama de Rosa”, la jubilada presentadora que dio a conocer el deceso del abuelo y padre del actual líder en medio de un mar de lágrimas. Y a las redes o sitios web nos les quedará más que acoplarse a la información oficial. Incluso en estos tiempos, todavía hay quienes saben guardar secretos.

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