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El vertiginoso acercamiento de Argentina y China

29 de agosto de 2020
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El vertiginoso acercamiento de Argentina y China

En un hecho que prácticamente pasó desapercibido por estos lados, una bandera argentina llegó al espacio en mayo pasado. Fue un viaje inédito, a bordo de una cápsula espacial china. El gesto altamente simbólico habría sido una retribución por el apoyo trasandino al programa de exploración lunar de Beijing, que tiene uno de sus activos terrestres en la base china de monitoreo satelital en Neuquén.

Mientras en el siglo XIX, Argentina miró principalmente al Reino Unido como la potencia en la que debía concentrar sus esfuerzos diplomáticos y comerciales, en el siglo XX ese lugar lo fue ocupando progresivamente Estados Unidos[1]. Hoy, en pleno 2020, China emerge como el socio estratégico que busca el país, un giro que se ha intensificado durante la pandemia y recesión económica.

El grado de profundidad que está alcanzando la relación bilateral y el enorme potencial que tiene para seguir ahondándose fue puesto en evidencia por la revista Noticias en su portada con el título “ArgenChina”[2].

Distintos reportes de prensa han destacado también estos meses, el hecho de que China se haya convertido, por primera vez, en el principal socio comercial de Argentina[3], desplazando de ese lugar tradicional a Brasil, y siguiendo una realidad que ya experimentan países como Chile y Perú. En particular, son las exportaciones agrícolas las que están incidiendo en este nuevo patrón, una situación que podría acentuarse más aún si se firma un acuerdo para vender carne de cerdo al mercado chino.

Junto con el comercio, están las finanzas y las inversiones. El Banco ICBC y el Banco de China ya operan en el Argentina, al igual que la empresa alimenticia Cofco –el mayor exportador de granos del país— y la petrolera Sinopec.

Otro aspecto que también refleja la profundización de las relaciones tiene que ver con la pandemia del coronavirus. En su artículo, Noticias se pregunta si el país podría haber enfrentado con éxito la crisis pandémica sin la ayuda de China. Aunque lo del “éxito” es debatible, la revista afirma que desde China se han despachado más de 35 vuelos y tres buques con insumos médicos, por lo cual Argentina ha desembolsado US$60 millones. A esto se sumarían las donaciones de Beijing, similares a las que ha realizado en otras partes de América Latina.    

En su afán de fortalecer la relación bilateral, el presidente Alberto Fernández también ordenó a su ministro de Defensa, Agustín Rossi, explorar la compra de vehículos blindados de combate y transporte chinos para el Ejército. “Sí. Estamos en tratativas. Es el modelo ZBL, 8×8, que produce la empresa NORINCO (North Industries Corporation, por sus siglas en inglés)”, admitió Rossi al ser consultado por el sitio Infobae[4].

Un acuerdo como ese representaría un cambio respecto a los proveedores más tradicionales de material militar a Argentina, que se encuentran en Estados Unidos y países europeos como Francia.

Aunque no ha sido confirmado oficialmente, varios medios trasandinos sugieren que el presidente Fernández podría viajar a China en noviembre, en el marco de la Expo Shanghái. En la oportunidad, aprovecharía de reunirse con su par Xi Jinping, con quien firmaría numerosos acuerdos, entre ellos los que permitirían a Argentina unirse al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y la iniciativa de Nueva Ruta de Seda, un plan de integración comercial financiado por Beijing.

Es imposible no pensar en el impacto que tendrá este acercamiento de Argentina a China impulsado por el actual gobierno peronista (que lleva solo nueve meses en la Casa Rosada, pero que tiene a la exmandataria Cristina Kirchner como vicepresidenta) en la relación con Estados Unidos, justo cuando toca renegociar una enorme deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A diferencia de Mauricio Macri (2015-2019), quien tenía una relación de larga de data con el presidente Donald Trump –que incluso llevó a suponer que él sería el interlocutor de la región con  Estados Unidos (un rol que ejerció Carlos Menem 1989-1999 en la época de las “relaciones carnales”)–, Fernández ya planteó un desafío directo a Washington al lanzar a Gustavo Béliz como un candidato propio a liderar el Banco Interamericano de Desarrollo, en oposición a Mauricio Claver-Carone, postulado por Washington. 

A la tensión actual entre Beijing y Washington, que se expresa a nivel comercial, tecnológico, militar y político, deben añadirse las constantes sospechas de los militares estadounidenses de que la base de Neuquén tenga un uso dual, es decir, que permita “escuchar” a otros satélites extranjeros[5]. Las acusaciones han sido negadas por China en reiteradas oportunidades.

En una reciente entrevista en el diario La Nación, el prestigioso internacionalista argentino Juan Gabriel Tokatlian, afirmó que uno de los principales dilemas de la política exterior de su país es “cómo manejar” la relación Estados Unidos-China en un “espacio cada vez más estrecho”, lo cual va “a exigir un grado de sofisticación muy alto”[6].

Al parecer, el gobierno Fernández está en camino de resolverlo rápidamente. En una Argentina afectada por la pandemia y muy necesitada de ayuda económica, por una recesión previa al coronavirus, China aparece como una tabla de salvación y opción estratégica. Pero Beijing también está viendo cómo tras años de apostar por América Latina, algunos de sus socios de la región están débiles (Venezuela), desparecidos (la Bolivia de Evo Morales), alineados ideológicamente con Estados Unidos (Brasil de Jair Bolsonaro), molestos (Ecuador por la pesca ilegal) o en busca de su propio camino (Chile con países del Indo-Pacífico). Por eso, el acercamiento entre Argentina y China es algo para seguir muy de cerca. Sus consecuencias podrían exceder el ámbito netamente bilateral.

Juan Pablo Toro V.


[1] Rock, David (1995), Argentina 1516-1987, Alianza, Buenos Aires.

[2] Noticias, “Relaciones Carnales II”, 14 de agosto de 2020, páginas 14 a 25.

[3] Forbes, Por la caída del intercambio con Brasil, China se consolida como el principal socio comercial de Argentina”, 19 de junio de 2020, en: https://www.forbesargentina.com/negocios/por-caida-intercambio-brasil-china-consolida-como-principal-socio-comercial-argentina-n3158

[4] Infobae,  “El gobierno kirchnerista profundiza la relación con el régimen chino: compraría blindados que descarta su propio ejército”, 16 de agosto de 2020, en: https://www.infobae.com/politica/2020/08/16/el-gobierno-kirchnerista-profundiza-la-relacion-con-el-regimen-chino-compraria-blindados-que-descarta-su-propio-ejercito/

[5] Reuters, “Estación espacial dirigida por militares chinos en Argentina es una caja negra”, 31 de enero de 2019, en: https://lta.reuters.com/articulo/espacio-argentina-china-idLTAKCN1PP1HH

[6] La Nación, “Juan Gabriel Tokatlian. «América Latina es punto de disputa entre EE.UU. y China”, 25 de julio de 2020, en:  

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