En una extensa y reveladora entrevista en el portal Infobae, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina, el teniente general Martín Paleo, entregó importante información sobre los planes de desarrollo de capacidades estratégicas de su país y la visión geopolítica que hay detrás de ellos (LINK). A continuación, un breve análisis.
REPOTENCIAR
Existe consenso nacional e internacional de que las capacidades militares estratégicas de Argentina han sido reducidas a un piso histórico, sin tener hoy condiciones mínimas necesarias para una óptima defensa de su soberanía, lo que se podría calificar como el nivel operacional más bajo desde inicios del siglo XX.
El general Paleo habló de un presupuesto financiado a través del llamado Fondo Nacional de Defensa (FONDEF), que involucraría unos US$ 2.000 millones a lo largo de varios años. En lo inmediato, se anuncia la inversión de un 25% de ese presupuesto, US$ 500 millones, destinados a la adquisición de cuatro submarinos, entre 12 y 24 aviones caza supersónicos, una brigada de 190 blindados, misiles y drones “merodeadores”. Sin embargo, no se mencionaron elementos de mando y control o las correspondientes capacidades logísticas a adquirir para este nivel de compras, así como los costos de entrenamiento del personal.
“Me parece que hay un consenso político de que la defensa debe ser una política de Estado y hemos tenido acompañamiento. La verdad, soy optimista”, dijo el general Paleo consultado si hay piso para estas adquisiciones.
Trágicos accidentes como el sufrido por el submarino “ARA San Juan” a fines de 2017 y la obsolescencia de otras plataformas han hecho evidente la necesidad de adquirir nuevo material para las fuerzas armadas locales.
DESEOS Y REALIDADES
Un aspecto anunciado es la disponibilidad de recursos a través del FONDEF en forma plurianual. Se especifica que lo anterior “ha sido un salto cualitativo importantísimo, ya que dicha modalidad nunca se tuvo”. Adicionalmente, la entrevista brinda detalles de la inversión que el gobierno de Alberto Fernández, y las sucesivas administraciones, realizarán a través del FONDEF en un escenario y mercado en el que, producto de la situación internacional, ha disminuido la oferta y disponibilidad de este tipo de material. En este caso, en particular, las posibilidades de compras se restringen aún más, por las actuales imposiciones británicas de restricción de productos y partes militares a Argentina, como ocurriera con el avión F-50 de Corea del Sur.
De allí que el artículo mencione como posibles proveedores a China, ante la eventualidad de un veto a diferentes plataformas con partes o componentes británicos. En diferentes publicaciones de prensa ha aparecido que la opción política estaría por privilegiar material de origen chino, mientras que las fuerzas preferirían plataformas de origen occidental, si es que se logran salvar las actuales restricciones.
El caza JF-17 de origen chino ha sido mencionado en varias oportunidades como una opción que incluso ha sido sondeada en terreno (LINK). También se identifica al HAL Tejas de India como otra posibilidad. (LINK).
Vale la pena recordar que, entre los proveedores occidentales, Naval Group de Francia ha vendido cuatro patrullero oceánicos a la Armada Argentina, el último de los cuales fue entregado este año. Mientras en 2017 se compraron cinco Super Étendard al fabricante Dassault del mismo país.
Es necesario tener en cuenta que en toda compra de plataformas importantes lo que se adquiere —más allá de la capacidad operacional— es una relación estratégica entre dos países que se proyecta durante varias décadas.
Es así como en un reciente artículo de la revista Proceedings del U.S. Naval Institute se argumentaba que una forma para que Argentina no siguiera acercándose a China era justamente venderle armamento estadounidense, lo que pasaba por convencer al Reino Unido (LINK).
RIVALIDADES MANIFIESTAS Y LATENTES
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armada expresa que su país no tiene enemigos y se precisa que las diferencias actuales con Gran Bretaña se resolverán por vía diplomática. Aunque las intenciones de adquisición apuntan a plataformas que básicamente satisfacen las operaciones antiacceso y de negación de áreas (A2/AD), las que se podría eventualmente utilizar con amenazas más allá que solo la latente de Gran Bretaña. Además, de los submarinos, se advierte que los cazas multi rol deben tener capacidad de reabastecimiento en vuelo, porque la disuasión debe ejercerse con distancia.
El entrevistado también hace mención a la conectividad austral entre la binacional Isla Grande de Tierra del Fuego y el suelo trasandino continental, la que por razones geográficas debe realizarse por Chile, con todas las facilidades recíprocas que hoy existen entre ambos países. Pero en este caso específico, el jefe del Estado Mayor Conjunto menciona un potencial problema de abastecimiento al territorio argentino de Tierra del Fuego, señalando: “Imagínate si encima lo tenés que hacer bajo fuego enemigo en una situación de guerra”, sin indicar a quién se refiere.
Adicionalmente, el reportaje da cuenta de la ya anunciada creación de la gobernación militar conjunta en la Isla Grande de Tierra del Fuego, que tendría como objetivo convertirse en una pieza clave con el polo logístico antártico, como proyecto nacional. También se prevé una base naval, una base de despliegue adelantada para la Fuerza Aérea y una nueva unidad militar en Tolhuin, al este del lago Fagnano.
AUSTRALIDAD INTEGRAL
La geopolítica argentina ha sido muy clara y persistente en señalar sus intereses nacionales en el extremo austral del continente. Dicho interés se expresa hacia las Islas Malvinas /Falkland, extremo austral y continente antártico. En eso, hay que reconocer su consistencia a lo largo del tiempo. El capítulo de Rosendo Fraga en el libro “Desafíos para la Seguridad y la Defensa en el continente americano 2020-2030” de AthenaLab, profundiza sobre este punto (LINK).
El general Paleo explica que el Atlántico Sur es un “centro de gravedad” para su país, porque tienen proyección oceánica y contacto bioceánico, además de la cercanía con la Antártica.
En consecuencia, existe una lógica y dinámica estratégica entre el planteamiento geopolítico y las necesidades operacionales a adquirir y detalladas en la presente entrevista.
PROBLEMAS PRÁCTICOS
Dos serán los desafíos prácticos que una mayor cantidad de plataformas operacionales estará en condiciones de atender. Por un lado, reforzar las restricciones a la libertad de navegación impuestas por el decreto argentino 256 de 2010, que establece “que todo buque que se proponga transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y en las islas Malvinas, Georgias del sur y Sándwich del sur deberá solicitar una autorización previa”. Y la segunda, referida a potenciales vuelos no autorizados en espacio aéreo argentino, los que se señalan corresponderían a vuelos logísticos de empresas petroleras, que están siendo detectados gracias a radares recientemente instalados.
CONSIDERACIÓN FINAL
- Con todo, se aprecia que Argentina emprenderá un legítimo y necesario reforzamiento de sus capacidades estratégicas para la defensa de sus intereses nacionales, particularmente en el extremo austral del continente. Dicho plan de adquisiciones va acompañado con una consecuente instalación de nuevas bases terrestres, navales y aéreas en el sector argentino de la Isla Grande de Tierra del Fuego, asumiendo una importante proyección antártica.
- El monto establecido permitirá reestablecer capacidades perdidas desde hace más de tres décadas, en un programa plurianual del que ya existiría consenso político para la liberación de los primeros US$ 500 millones, de un total de US$ 2.000 millones. Interesante será observar el cumplimiento de este plan en un contexto internacional de competencia entre grandes potencias, así como de menor disponibilidad de ofertas desencadenadas por una mayor demanda global de plataformas, tanto por el impacto de la guerra ruso-ucraniana, como por la decisión de numerosos países de aumentar sus presupuestos de defensa.
- Es conveniente seguir de cerca este proceso de rearme para ver su impacto en la situación geopolítica del extremo austral, donde concurren Argentina, Chile y el Reino Unido y que por su proyección hacia a la Antártica está cobrando más y más relevancia. En el caso nacional, es importante apostar por un desarrollo más integral de la región de Magallanes y la Antártica entendiendo su importancia estratégica, como queda claro en el libro “Una Nueva Australidad”, de reciente publicación.
Equipo AthenaLab
30 de agosto de 2022
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