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CLAVES | Plan Estratégico de las FF.AA. de Perú 2034

18 de octubre de 2022
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CLAVES | Plan Estratégico de las FF.AA. de Perú 2034

En los últimos días, el gobierno peruano oficializó la aprobación del plan estratégico destinado al mejoramiento de sus capacidades militares hacia 2034. A pesar de lo sensible de las materias que debería incluir este documento, lo que convierte su contenido en materias de alta clasificación de seguridad, es posible desprender algunas conclusiones de la Resolución Suprema 073-2022-DE[1], publicada en el diario oficial del país vecino.

PODER MILITAR

En términos generales, según expone el Balance Militar 2018, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Perú contaría con una fuerza activa de 81.000 personas, distribuidas en: Ejército 47.500, Marina de Guerra 24.000 y 9.500 en la Fuerza Aérea. Sus principales sistemas de armas se pueden resumir en la siguiente:

  • Ejército: Más de 240 tanques T-55 (alrededor de un tercio en depósito), 96 tanques AMX-13; 1.011 piezas de artillería de distinto tipo y calibre, la mayor parte tractada, con más de 30 lanzadores múltiples de cohetes de 122mm (BM-21 y Tipo 90); y helicópteros de distinta función, fundamentalmente material ruso Mi-17.
  • Marina de Guerra: 6 submarinos alemanes clase 209; 7 fragatas; 6 corbetas; así como un número importante de buques menores.
  • Fuerza Aérea: 20 Mig-29 en distintas versiones; 12 Mirage 2000 en dos versiones; 18 Su-25 (distintas versiones); 18 helicópteros de ataque (16 Mi-25 y 2 Mi-35); además de aviones y helicópteros de entrenamiento y transporte.

ADQUISICIONES MILITARES RECIENTES

Desde inicios del siglo XXI, conforme a los antecedentes obtenidos en las bases de datos del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), las principales adquisiciones militares del Perú se han concentrado en misiles antiaéreos portátiles (provenientes de China); Lanzadores Múltiples de Cohetes de 122mm Tipo 90 (27 chinos); 16 misiles antibuques MM-40 Exocet (Francia); 12 torpedos alemanes; motores diésel para sus unidades navales de superficie y para submarinos; misiles antitanque Spike en versiones LR y ER (Israel) y Kornet (Rusia); 4 fragatas Lupo desde Italia (entre 2005-2007); 2 corbetas Po Hang de Corea del Sur (2016 y 2021); 2 helicópteros de ataque Mi-35 (Rusia); junto a un número importante de aviones y helicópteros menores para el combate contra el narcotráfico.

SITUACIÓN OPERACIONAL

Tomando en cuenta el reciente “Anuario Latinoamericano de Defensa 2022”, publicado por el Grupo Edefa, las Fuerzas Armadas Peruanas atraviesan una compleja situación operacional, derivada de la paulatina disminución en los presupuestos a lo largo de los años y un arsenal militar antiguo, lo ha significado un deterioro importante, con la consecuente pérdida de capacidades operacionales. Lo que es casi una tónica común para las instituciones armadas de la región, los presupuestos no han aumentado, pero las tareas y responsabilidades, sí. A modo de ejemplo, se indica la situación de los aviones de combate de la Fuerza Aérea, destacando que los Mig-29 (en distintas versiones) se encontraría en reserva, mientras que las aeronaves Su-25 estarían en proceso de inspección mayor de mantenimiento.

FINANCIAMIENTO DE CAPACIDADES

Un aspecto importante para destacar es la Ley 28.455, que instaura el fondo para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Este cuerpo legal establece la creación de una fuente de financiamiento permanente para la Defensa Nacional, derivada de un porcentaje “de las regalías que perciba el Gobierno Nacional” por los lotes 88 y 56 de Camisea (importante yacimiento de explotación de gas natural), así como por los intereses que se puedan generar y otros ingresos que disponga el poder Ejecutivo. Estos ingresos se distribuyen en un 25% en cada rama de la Defensa, junto a un 25% para la Policía Nacional. Los destinos dispuestos para estos recursos son: adquisición de equipamiento destinado a la modernización de las fuerzas; repotenciación y renovación tecnológica de los sistemas en operación; reparación y mantenimiento de las distintas plataformas. No obstante, el panorama económico global no es positivo, por lo que el resultado final de los recursos que dispondrá finalmente el gobierno peruano y la viabilidad del plan deberá evaluarse y ponderarse en el tiempo.

SITUACIÓN POLÍTICA

El actual presidente del Perú, Pedro Castillo asumió su cargo en julio de 2021. Desde que tomó el control del gobierno, el jefe de Estado se ha visto inmerso en una seguidilla de problemas y crisis de distinta índole, que han hecho casi imposible gobernar y llevar adelante su programa. A ello, se suma la difícil situación de seguridad interior, la que incluso llevó al gobierno a desplegar a las Fuerzas Armadas en tareas de orden público en apoyo a la Policía Nacional, algo que el presidente Castillo, probablemente, nunca imaginó antes de llegar al Palacio Pizarro. A pesar del escenario de inestabilidad política, sumado a otros fenómenos que afectan a Perú —y también a otros Estados de la región—, como son la crisis económica, inmigración irregular, crimen organizado, violencia terrorista en el VRAEM (Valle del Río Apurimac, Ene y Mantaro), dicho país ha sido capaz de pensar estratégicamente y proyectar una función esencial como es la Defensa, en el largo plazo.

PLAN ESTRATÉGICO

Tal como se mencionó al inicio, este plan es de carácter secreto, por lo que no hay mayor conocimiento de su contenido. No obstante, es posible destacar algunas cosas. Primero, el plan fue sometido a distintas instancias, subrayando la etapa de control y evaluación realizada por el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional del Perú, hasta lograr su aprobación final por el presidente, lo que manifiesta la existencia de una arquitectura de seguridad nacional que apoya la labor del Poder Ejecutivo. Segundo, el plan tiene un horizonte temporal a 2034, vale decir, superará con creces al actual gobierno, transformándose en una política de Estado. La administración recae en el Ministerio de Defensa Nacional, a través del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, lo que significa que las inversiones serán controladas por el poder político. Cuarto, el objetivo del plan responde a la necesidad de mejorar las capacidades operacionales de las fuerzas armadas, respondiendo a los requerimientos expresados por las instituciones de la Defensa, sobre la base de las tareas asignadas por el Estado, donde debe primar la respuesta técnica.

IMPACTO REGIONAL

Cuando se cuente con mayor información, esta iniciativa debe ser evaluada no sólo en lo que beneficia a la recuperación y desarrollo de capacidades de las fuerzas armadas peruanas, sino que también, en cómo afecta el balance estratégico de la región. La recuperación e incorporación de sistemas de armas —con los necesarios ajustes doctrinarios, educación, entrenamiento y culturales— seguramente afectarán, en el mediano y largo plazo, las dinámicas de seguridad a nivel sudamericano, considerando que Perú comparte frontera con cinco países.

CONCLUSIONES

  • En conjunto con la ley de financiamiento que crea el fondo para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, esta iniciativa llama a la reflexión sobre la necesidad de contar con financiamientos relativamente estables para asegurar la operacionalidad y disponibilidad de las fuerzas militares. Esto, considerando que, con el tiempo, el número de tareas que han debido asumir las fuerzas armadas han aumentado, sin embargo, sus presupuestos no lo han hecho igual.
  • Lo anterior, contrasta con lo ocurrido en Chile, pues se contaba con una fuente de financiamiento similar (todo indica que el caso chileno fue analizado por los peruanos como referencia), la que fue derogada y reemplazada por una metodología que no asegura, necesariamente, el financiamiento a largo plazo, tal como lo exigen los programas que requieren las fuerzas armadas.
  • Sea cual sea la estructura y dimensión del plan, tendrá un efecto directo positivo en las capacidades estratégicas de las fuerzas armadas peruanas, ya sea al recuperar sistemas o incorporar nuevas plataformas.
  • Lo anterior, impactará el balance estratégico a nivel regional y, particularmente, para Chile, lo que exigirá un seguimiento y evaluación con proyección a futuro. En este contexto, el uso de prácticas como la del balance integral constituye una herramienta de real utilidad, lo que refuerza lo planteado en el documento Nº19 de AthenaLab sobre “Net Assessment”[2].
  • De todas maneras, pensar estratégicamente ayuda a los países, pues permite visualizar a largo plazo, definir prioridades, sobre todo si no se cuenta con muchos recursos y se debe aprovechar lo limitado que se tiene.
  • Perú demuestra que contar con una arquitectura de seguridad, entrega herramientas al poder político en su función de dirección de la seguridad y la defensa nacional, proporcionando un andamiaje sobre el cual impulsar políticas y estrategias nacionales, tal como lo planteó AthenaLab en su documento Nº 18 “La Seguridad del Estado de Chile”[3].
  • Finalmente, se debe resaltar que, sin importar los avatares políticos internos, la función de seguridad y la de defensa, deben tratarse como políticas de Estado, al más alto nivel de la conducción nacional, sustentadas en una arquitectura moderna, deben trascender a los gobiernos de turno y asumirse como tareas estratégicas de largo plazo, siempre inspiradas en el bien superior de la Nación y guiadas por los intereses nacionales.

Marcelo Masalleras, investigador AthenaLab

18 de octubre de 2022


[1] Diario El Peruano. Formalizan el “Plan Estratégico para mejorar las capacidades militares conjuntas de las Fuerzas Armadas al 2034”. Resolución Suprema nº 073-2022-de . Disponible en https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/formalizan-el-plan-estrategico-para-mejorar-las-capacidades-resolucion-suprema-n-073-2022-de-2115442-2/

[2] AthenaLab (Octubre 2022). Documento Nº19 | Net Assessment: herramienta para la defensa nacional, un tema respecto del poder. Disponible en: https://www.athenalab.org/documento-no19-net-assessment-herramienta-para-la-defensa-nacional-un-tema-respecto-del-poder/

[3] AthenaLab (Agosto 2022). Documento de trabajo Nº18 | La Seguridad del Estado de Chile. Disponible en: https://www.athenalab.org/documento-de-trabajo-no18-la-seguridad-del-estado-de-chile/

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