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COMENTARIO | AUKUS y el Defence Strategic Review 2023: Un punto de inflexión para la Royal Australian Navy
Siendo Australia una nación insular, su soberanía, seguridad y prosperidad están intrínsecamente vinculadas a su entorno marítimo, y al acceso sin barreras ni restricciones a los bienes públicos globales marítimos.
El Defence Strategic Update de 2020 ya advertía que el poderío militar en el Indo-Pacífico se estaba modernizando más rápido de lo previsto. Las fuerzas de la región han desarrollado y desplegado nuevas armas que desafían las ventajas de la capacidad militar de Australia. La expansión de las capacidades cibernéticas, y la voluntad de algunos países y actores no estatales de usarlas, hacen aún más complicado el entorno estratégico de Australia.
La confianza en el orden global basado en reglas está siendo socavada por una variedad cada vez mayor de amenazas. La competencia entre las grandes potencias se ha intensificado, y la probabilidad de un conflicto de alta intensidad en el Indo-Pacífico, aunque sigue siendo baja, ha crecido. Y también han aumentado en la región las actividades consideradas de “zona gris”, que incluyen formas militares y no militares de asertividad y coerción, que apuntan a lograr objetivos estratégicos sin provocar conflictos. En el Indo-Pacífico, estas actividades incluyen la militarización del Mar de China Meridional, la interferencia activa, las campañas de desinformación, y la coerción económica.
En respuesta a este entorno estratégico en creciente deterioro, el gobierno australiano determinó que debe estar mejor preparado. El 15 de septiembre de 2021, los líderes de Australia, Reino Unido y Estados Unidos anunciaron la creación del pacto de seguridad AUKUS, orientado a promover un Indo-Pacífico libre, abierto, seguro y estable.
En reconocimiento a la tradición que los tres países tienen como democracias marítimas, la primera iniciativa adoptada bajo el AUKUS fue un compromiso con la ambición compartida de apoyar a Australia en la adquisición de submarinos de propulsión nuclear para la Royal Australian Navy. Durante los 18 meses siguientes, se llevó a cabo un esfuerzo trilateral para buscar el camino óptimo para concretar este objetivo. El 14 de marzo de 2023, el primer ministro australiano Anthony Albanese, el primer ministro británico Rishi Sunak, y el presidente estadounidense Joe Biden, anunciaron el plan para que Australia desarrolle su capacidad submarina nuclear.
Dando inicio al plan de cuatro fases, Australia ya está desarrollando la capacidad y el conocimiento para construir la fuerza profesional necesaria para operar y apoyar una flota de submarinos nucleares. Efectivos australianos (tanto militares como civiles) han comenzado a incorporarse a las armadas del Reino Unido y EE.UU., y los submarinos nucleares estadounidenses aumentarán sus visitas a los puertos australianos para que los marinos australianos reciban capacitación. En la Fase Dos, submarinos estadounidenses y británicos operarán alternadamente desde Australia Occidental a partir de 2027, con un submarino británico clase Astute y hasta cuatro submarinos norteamericanos clase Virginia rotando desde la base naval HMAS Stirling, el Perth. En la Fase Tres, a contar de 2030, EE.UU. venderá a Australia tres submarinos clase Virginia, con una opción para dos más. Finalmente, en la Fase Cuatro, se fabricará el primer submarino diseñado en conjunto por Reino Unido y Australia: el SSN-AUKUS.
Desarrollado con una combinación de diseño británico y tecnología estadounidense, el SSN-AUKUS constituirá la columna vertebral de la fuerza submarina de Australia y el Reino Unido en las próximas décadas. Ambas naciones tienen la intención de comenzar a construir submarinos SSN-AUKUS en sus astilleros antes de finales de esta década, y Australia comenzará este año los trabajos necesarios para construir submarinos nucleares en Osborne (Australia Meridional).
El primero de estos submarinos podría entrar en servicio en el Reino Unido a fines de la década de 2030, y está previsto que la Royal Australian Navy reciba su primer SSN-AUKUS construido en Australia a principios de la década de 2040.
El Defence Strategic Review
El 24 de abril se publicó el Defence Strategic Review 2023 (DSR). Encargado en los primeros 100 días del nuevo gobierno Laborista, el DSR establece la agenda para una reforma ambiciosa, pero necesaria, de la postura y estructura de defensa de Australia.
Si bien está separado, aunque no totalmente, de la iniciativa AUKUS, el DSR hace recomendaciones importantes sobre la estructura y las capacidades de la Fuerza de Defensa de Australia (ADF, por su sigla en inglés). El DSR se identifica a sí mismo como “el más significativo y ambicioso acercamiento a una reforma de la Defensa recomendado a cualquier gobierno australiano desde la Segunda Guerra Mundial”. Traza un eje para la estrategia de defensa nacional, incluyendo tanto la defensa de Australia, como de los intereses australianos.
La prioridad número uno es la adquisición de submarinos nucleares (mediante el AUKUS) para potenciar la capacidad disuasiva de Australia. Otras áreas identificadas como prioritarias para acción inmediata incluyen:
- desarrollar la capacidad de la ADF para atacar con precisión objetivos a mayor distancia, y fabricar municiones en Australia;
- mejorar la capacidad de la ADF para operar desde las bases en el norte de Australia;
- iniciativas para mejorar el crecimiento y la retención de la fuerza laboral de la Defensa;
- elevar la capacidad de incorporar rápidamente tecnologías nuevas y disruptivas a la ADF; y
- profundizar las alianzas diplomáticas y de defensa con socios clave en el Indo-Pacífico.
Se esperaba que el DSR incluyera recomendaciones sobre la futura estructura de fuerza de la Royal Australian Navy, pero en cambio el gobierno aceptó una recomendación del DSR de que se debe realizar un análisis independiente de la capacidad de la flota de combate de superficie de la marina, para confirmar su tamaño, estructura y composición, para luego complementar las capacidades de los futuros submarinos de propulsión nuclear equipados con armas convencionales.
Este análisis estará a cargo del Vicealmirante (R) estadounidense, Willy Hilarides, la exsecretaria de Finanzas de Australia, Rosemary Huxtable, y el excomandante de la Flota Australiana, Vicealmirante Stuart Mayer. Si bien no se espera que este análisis esté completo antes de septiembre de 2023, el Ministro de Defensa de Australia, Richard Marles, ya ha dado señales de una importante reorganización de la flota de superficie, afirmando que, al incorporar submarinos de propulsión nuclear, la flota actualmente prevista necesitaría cambios, dado que fue diseñada para operar con submarinos de propulsión diésel.
El ministro también se refirió a un importante hallazgo del DSR: para aumentar la letalidad de su flota, Australia necesita establecer dos niveles de buques de combate de superficie. Si bien estas categorías no están estrictamente definidas, un buque de Nivel 1 debe ser capaz de proyectar poder, en forma similar a los destructores clase Hobart y las futuras fragatas clase Hunter. Mientras tanto, una embarcación de Nivel 2 tendría un tamaño equivalente a una corbeta o a un patrullero de zona marítima, capaz de realizar operaciones de presencia o ser parte de una fuerza de tareas. Los buques de Nivel 3 serían patrulleros más pequeños, similares a los actuales de clase Armidale y Cape de Australia.
Pese a que expandir la flota de superficie de la Royal Australian Navy es considerado necesario y concita amplio apoyo, el mayor desafío para hacerlo realidad es ampliar su fuerza laboral, desde los actuales 15.000 efectivos, a los 21.000 requeridos para tripular la futura flota. El DSR identifica que, de las tres ramas de la Defensa, “la Marina es la que enfrenta los mayores desafíos en términos de fuerza laboral”. Además, el gobierno australiano estima que el programa de submarinos nucleares necesitará cubrir 20.000 puestos de trabajo durante los próximos 30 años, entre la ADF, la industria nacional de construcción naval, y el servicio público. Se proyecta que 8.500 de ellos se emplearán directamente en la construcción y el mantenimiento de los submarinos en Australia, incluyendo científicos, ingenieros, gerentes de proyecto, trabajadores de la construcción, electricistas, instaladores, y constructores.
Independientemente de cuáles sean las conclusiones del análisis a cargo de Hilarides sobre la capacidad de la flota de combate de superficie, 2023 será recordado como el año en que la Royal Australian Navy cambió para siempre.
Vicealmirante (R) Royal Australian Navy Mike Noonan
Senior Fellow de AthenaLab
10 de mayo de 2023
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