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Investigadora de AthenaLab es consultada por Emol sobre delincuencia

10 de julio de 2023
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Investigadora de AthenaLab es consultada por Emol sobre delincuencia

Delincuentes que ingresan a las casas habitadas: ¿Qué dice la ley sobre este delito y cuáles son las cifras?

Los datos y la mirada experta a este tipo de robos con invasión a la propiedad, que han aumentado en comparación con el primer trimestre del año pasado.

El caso del alcalde de Zapallar generó alarmas respecto de las acciones y prácticas cometidas por los delincuentes, que con el paso del tiempo actúan con mayor decisión y agresividad para entrar a las casas, incluso con sus moradores adentro, lo que ha alimentado la sensación generalizada de inseguridad por parte de la ciudadanía.

Según los datos del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecretaría de Prevención del Delito, se han registrado a nivel país:

• Robo en lugar habitado: 54.011 casos policiales en 2019, 34.481 en 2020, 29.778 en 2021, 43.379 en 2022, y 11.090 en lo que va del 2023.

• Robo en lugar no habitado: 51.290 casos en 2019, 37.204 en 2020, 28.652 en 2021, 45.148 en 2022, y 11.748 en lo que va del presente año.

En relación al análisis del CEAD a la progresión de casos policiales a nivel nacional de Delitos de Mayor Connotación Social, considerando casos de robo en lugar habitado por cada 100.000 habitantes, entre 2019 y 2023 la variación del porcentaje de la tasa fue de un -24,5%, sin embargo, en comparación con datos del mismo trimestre del 2022, hubo un aumento del 11,8%.

Ante estas cifras, la investigadora de AthenaLab, Constanza Araos, explica que la tendencia ha sido de general disminución, influida por la pandemia en el rango de fechas, sin perjuicio de que en el último periodo ha comenzado a incrementar nuevamente.

Por su parte, según datos entregados por la Fundación Paz Ciudadana (medidos del 2022), se indica que: El 32,7% de los hogares reportó haber sido víctima de robo o tentativa de robo entre mayo y octubre del año pasado, lo que se replicó en el 2021. Además, las cifras arrojaron que sólo se denuncian uno de cada dos robos (52,4%).

“Esto ha tenido incidencia directa en la sensación de inseguridad, lo que se refleja en un puntaje histórico de temor, lo que ha llevado al 97% de las personas a realizar al menos una acción con el objeto de evitar ser víctima de delincuencia”, señala Araos.

La capitán Javiera García, de Comunicaciones Sociales de Carabineros asevera que, en los últimos siete días, los robos en lugares habitados registran una baja de -5% de denuncias o casos policiales. Además, la uniformada afirma, con respecto a los últimos 28 días, en comparación al año pasado, se ha registrado un nuevo aumento de un 0,3%. Y en lo que va del año, comparativamente, se ha observado un alza de un 9,6%.“El delito, en particular, no tiene un aumento ya sea explosivo ni una tendencia al alza. Lo que sí, al momento de analizar los parques policiales, principalmente las declaraciones y testimonios de víctimas como también de testigos, hemos encontrado un cambio en la comisión del delito de robo en lugar habitado. (…) Antes de la pandemia especialmente, los delitos que afectaban a una casa, a un domicilio, ocurrían cuando no estaban sus ocupantes. Entonces, no existía una intimidación o un intercambio ya sea verbal o físico con las víctimas”, comenta la autoridad.

En esa línea, García destaca que este año se han encontrado situaciones y casos puntuales donde sí ha existido una interacción entre los moradores y los delincuentes que ingresan a los hogares.

Constanza Araos precisa que este delito no necesariamente está relacionado a bandas organizadas, argumentando que en Chile este ha sido un delito frecuente antes de la irrupción del fenómeno del crimen organizado. La investigadora recalca que, independientemente de que quienes irrumpen en los hogares lo hagan en grupo para actuar con violencia, esto no necesariamente se asocia a redes complejas de criminalidad.

La especialista comenta que, históricamente, este delito ha tenido una fuerte reacción penal en cuanto a sus sanciones y a la regulación típica, tanto de sus hipótesis de comisión, así como de sus modalidades. “En general, cuando se procesa a quienes han actuado conjuntamente en la comisión de este delito, se aplican las normas generales de la participación criminal, esto es asignar la pena a quienes han actuado como autores, a quienes han contribuido substancialmente a su comisión o colaboradores como cómplices o encubridores”, agrega.

Lo que establece la ley y la legítima defensa

Juan Carlos Manríquez, abogado y profesor de Derecho Penal y Litigación Estratégica de la UC, y presidente del Comité Jurídico de la Corte Penal Internacional, explica que el Código Penal -en los artículos 432, 434, 436 y otros- sanciona el robo en lugar habitado o en sus dependencias, en conjunto con el robo con violencia o intimidación en las personas.

“En caso de que la violencia o intimidación se lleve a cabo en el lugar del robo, ya sea para apropiarse de especies, facilitar la ejecución, o bien procurar la huida, y si más aún, causa a alguna de las personas del lugar habitado lesiones graves, las penas pueden partir desde los 15 años y un día a 20 años, y además incrementarse hasta un eventual presidio perpetuo simple si es que se actúa de noche, en despoblado y además en grupo o pandilla. O bien se trate de una simple organización criminal, si es que esto fuera el caso”, asegura el experto.

De acuerdo con el académico, se trata entonces de delitos muy graves que son de carácter pluriofensivo, es decir, que pueden afectar bienes jurídicos relevantes, como la propiedad, la vida, la integridad, la libertad sexual, la indemnidad, y también la seguridad física y psíquica de las personas.

Respecto del actuar bajo legítima defensa, Manríquez señala que, si una persona repele una agresión producida en lugar habitado de noche, utilizando incluso un arma, la ley presume que dicha agresión (del delincuente) es ilegítima y que el medio usado para impedirla o repelerla es proporcional. Y añade que, en principio, si es que se logran establecer los hechos, esa persona quedará exenta de cualquier pena por defender su casa, su familia, su vida o su integridad.

Recomendaciones para evitar estos delitos

Pía Greene, investigadora del Centro de Estudios para la Acción y Prevención en Seguridad Pública y Crimen Organizado de la Universidad San Sebastián (CESCRO), recomienda, en el caso de los condominios, siempre tener buena relación con los vecinos, tener un chat de seguridad y siempre estar pendiente de la casa del lado, “porque al final cuando cada persona es un vigilante o un cuidador, siempre es más fácil, porque hay más ojos mirando”.En el caso de entradas de autos y portones, Greene enfatiza en que siempre hay que esperar a que se cierren las puertas, argumentando que muchas veces los delincuentes esperan que un auto entre, que el portón quede abierto y luego se cuelan por ahí para poder pasar.

Javiera García indica que es importante mantener diferentes sistemas de seguridad, por ejemplo:

• La coordinación directa con vecinos y personas cercanas.

• Mantener un cierre en cuanto a la propiedad del lugar perimetral y una vigilancia constante.• Tener en consideración los teléfonos de emergencia.

• No dejar señales de que la casa está desocupada.

“La seguridad es una responsabilidad no solamente de las instituciones policiales, sino que también de los vecinos, de los distintos organismos que intervienen”, agrega la capitán de Comunicaciones Sociales de Carabineros.

Fuente: Emol Social Facts

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