Documentos de trabajo
DOCUMENTO DE TRABAJO Nº23 | Actualización geopolítica de la zona Austral de Chile: Región de Magallanes y la Antártica chilena
Está zona austral posee desafíos relevantes, como completar la vertebración de su territorio terrestre, la baja densidad poblacional y una compleja geografía, lo que demanda del Estado el imperioso desafío de consolidar su soberanía efectiva.
La zona austral de Chile es un espacio geográfico de particular interés geopolítico y geoestratégico para nuestro país. Esta área comprende la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo y la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. Este trabajo se enfoca en el análisis de esta última unidad administrativa, dejando el estudio de la Región de Aysén para una próxima publicación. La Región de Magallanes y de la Antártica Chilena es la expresión austral del territorio chileno y contiene dos zonas de paso marítimo claves para la navegación e intercambio comercial global. Su capital, Punta Arenas, se ha constituido como el centro nacional e internacional clave para operar —desde el nivel regional— hacia los confines del territorio antártico. Por otra parte, Puerto Williams —la ciudad más austral del mundo— presenta un potencial de crecimiento para proyectar la actividad nacional hacia la Antártica Chilena, dada su privilegiada ubicación. A la fecha, Ushuaia, en territorio argentino, lleva la delantera en el desarrollo de capacidades e instalaciones, erigiéndose en los últimos años como una puerta antártica de importancia.
El Territorio Chileno Antártico, extendido desde el meridiano 53o hasta el 90o de longitud oeste, le otorga a Chile una superficie de 1.250.000 km2, junto a una proyección marítima de extraordinario potencial económico, turístico, comercial y ambiental. En síntesis, constituye una mega unidad natural y geográfica de incalculable valor estratégico para Chile y de interés geopolítico global, dado el actual escenario de competencia y confrontación entre grandes potencias, que definen el actual orden internacional. Se puede expresar que entre el espacio austral continental de Chile y el Territorio Chileno Antártico existe una continuidad geográfica, geológica y glaciológica, así como una contigüidad o proximidad evidente.
Sin embargo, está zona austral también posee desafíos relevantes, como es el completar la vertebración de su territorio terrestre, con una evidente baja densidad poblacional y una compleja geografía que reclama la integración de un área topográfica muy compartimentada y fragmentada, lo que demanda del Estado el imperioso desafío de consolidar su soberanía efectiva. Lo anterior, en un contexto global caracterizado por la transición del orden internacional, en el que se compite por el control y dominio de zonas claves. A ello se deben sumar los potenciales efectos medioambientales del cambio climático y los riesgos de la sobreexplotación de recursos naturales tan presente y de relevante impacto en el bienestar humano. Adicionalmente, convendría agregar el potencial debilitamiento del “sistema antártico” —ante los actuales desafíos geopolíticos que enfrenta la región— de cara al término o expiración del Tratado Antártico, el año 2048.
De allí que, el presente documento esté orientado a proponer una evaluación y visión geopolítica de la zona austral, con la finalidad de identificar riesgos, posibles amenazas y oportunidades, para esta relevante área geográfica nacional. Ello involucra reflexionar y pensar estratégicamente este espacio geográfico nacional, para impulsar una efectiva soberanía, desarrollo y bienestar, tanto para los habitantes de esta área geográfica como, particularmente, para el interés nacional. De paso, permitirá identificar probables políticas públicas para el beneficio y logro de los objetivos anteriormente señalados.
Para lo anterior, el equipo de AthenaLab desarrolló este estudio sobre tres líneas: el levantamiento de antecedentes e información de fuentes bibliográficas; entrevistas a autoridades políticas de la zona (gobernador regional y alcalde de Punta Arenas), miembros del cuerpo diplomático, integrantes del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT), personal de la Armada de Chile y científicos del Centro Subantártico Cabo de Hornos, y un trabajo de campo que exigió el reconocimiento terrestre y aéreo de Isla Grande de Tierra del Fuego, Canal Beagle y las islas al sur de este último, incluyendo el Cabo de Hornos.
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