Documentos de trabajo
DOCUMENTO DE TRABAJO Nº24 | Maritime Domain Awareness: conocer para comprender
El MDA es un concepto, una condición ideal para alcanzar, la que difícilmente puede ser conseguida en su totalidad, considerando que el dominio marítimo consta de tres dimensiones: se debe comprender lo que pasa sobre, en y bajo la superficie del mar.
El presente artículo trata sobre el concepto del Maritime Domain Awareness (MDA), una de las herramientas necesarias para lograr la condición del buen orden en el mar, o como algunos la denominan, seguridad marítima. Un requerimiento básico para poder explotar el dominio marítimo es comprender qué ocurre en él; especialmente, en países como Chile, donde el área que cubre la Zona Económica Exclusiva es muy superior a la terrestre.
El MDA es un concepto, una condición ideal para alcanzar, la que difícilmente puede ser conseguida en su totalidad, considerando que el dominio marítimo consta de tres dimensiones: se debe comprender lo que pasa sobre, en y bajo la superficie del mar.
Los avances tecnológicos han contribuido a disminuir la opacidad marítima, utilizando además de los buques de las armadas y guardias costeras, el apoyo de aviones, satélites y radares. Asimismo, actores sectoriales, como las mismas flotas mercantes, son cooperativas y aportan, en la mayoría de los casos, información sobre sus unidades. Sin embargo, por diversas razones, no todos los actores se encuentran abiertos a trasparentar sus operaciones; esto, para sacar ventajas comerciales, por monopolios en algunas zonas de pesca, o incluso para cometer ilícitos, como el tráfico de drogas, de personas, y la pesca ilegal. Para minimizar estas acciones, los países más desarrollados han enfrentado el problema mediante la creación de centros de fusión de información, donde concentran los datos que reciben de las plataformas mencionadas, difundiendo el contenido analizado a quienes lo requieran. Dada la cantidad y complejidad de los ilícitos, rara vez es una sola agencia la que puede lidiar con ellos, requiriendo entonces del trabajo interagencial para enfrentar estas amenazas crecientes.
Estos centros de fusión —donde algunos además de ser interagenciales son también regionales— basan su funcionamiento en tres conceptos claves: ver, comprender y compartir. El primer pilar, ver, tiene relación con la capacidad de recolectar información, ya sea con medios propios o mediante la adquisición de servicios, como por ejemplo, satelitales. El segundo pilar, comprender, permite detectar patrones de conducta irregular que difícilmente pueden ser observados en su totalidad por operadores humanos, quienes deben lidiar con una gran cantidad de información. El tercer y último pilar es compartir la información, siendo a la vez el más complejo; en especial, cuando las agencias gubernamentales en general compiten entre ellas para obtener más recursos. Asimismo, si se opera en el nivel internacional, compartir información entre países vecinos puede significar una ventaja estratégica para uno de ellos. La confianza, que se construye con acciones, es vital para lograr este punto.
En Latinoamérica han existido intentos para crear este tipo de centros; sin embargo, es justamente la confianza el factor clave, que no ha permitido lograr avances. Para el caso nacional, es la Armada de Chile, a través de su Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, la encargada de obtener y analizar la data obtenida, y aunque hoy existen niveles de coordinación entre agencias, pareciera ser que aún hay margen para mejorarlos.
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