El presente libro relata la Historia del glorioso Batallón Atacama, a través de su participación en las principales Batallas de la Guerra del Pacífico, desde su bautismo de fuego en el desembarco de Pisagua y su rol estelar en la conquista de la playa y del pueblo asegurando los terrenos más críticos de la localidad, así como su papel heroico en la Batalla de Dolores, o su rol estelar en el envolvimiento, a través de una cumbre escarpada o impugnable como en la Batalla de Los Ángeles, o el logro de sus nuevas glorias y papel en primera línea en la Batalla de Tacna. Finalmente, sus sublimes acciones en Chorrillos y Miraflores, que le permitieron ingresar triunfantes a Lima, entonando el himno nacional.
En dicho relato, el autor junto con describir los aspectos militares, tácticos y operacionales de los encuentros complementa en forma extraordinaria con los aspectos humanos de los hombres y mujeres, de ambos bandos, que dieron vida a estos hechos, a través de relatos y cartas como fuentes primarias. De esta forma, cobran vida las hazañas y heroísmo de un Subteniente Rafael Torreblanca, primero en colocar la bandera chilena en la cumbre en Pisagua, hasta su muerte como Capitán en la Batalla de Tacna. Las muertes de los dos hijos del Comandante del Atacama Juan Martínez Bustos en la Batalla de Tacna, Melitón y Walterio Martínez. Sobresalen historias de valientes soldados originarios del valle de Copiapó, mineros y agricultores como Baldomero Marchant, o la cantinera Carmen Vilches, batiéndose de igual a igual con el adversario.
En suma, una obra que junto con narrar con maestría los aspectos militares del conflicto, complementa en forma magnífica las historias de los héroes que la hicieron posible. Adicionalmente, esta obra explicita una de las mejores razones del inicio de la guerra, así como compara con fuentes peruanas y bolivianas, los hechos descritos por nuestros historiadores. Destaca historias de personas del Chile profundo que se movilizaron por la causa nacional, con un gran espíritu de lucha y cumplimiento del deber. Nos queda la pregunta: ¿fueron hombres-soldados que murieron como héroes, o la verdad es que fueron héroes toda su vida que murieron como hombres? De los 600 hombres solo regresaron 52 al término del conflicto, ello señala y confirma que los del Atacama fueron “los más bravos entre los bravos”.
