El Ministerio de Defensa informó un comunicado[1], sin explicar razones, la decisión de no contar con la participación de empresas israelíes en la próxima Feria Internacional del Aire y Espacio (FIDAE), que se realizará entre el 9 y 14 de abril, desatando una gran polémica, puesto que la decisión puede tener un impacto militar y diplomático en Chile. A continuación, el análisis de AthenaLab.
EL CONTEXTO. La sorpresiva incursión del grupo Hamas del 7 de octubre en Israel, dejó unos 1.200 muertos y más de 100 secuestrados en una espiral de violencia, que incluyó ejecuciones, mutilaciones y violaciones. Israel reaccionó de manera contundente al que fue uno de los mayores ataques contra su territorio, lanzando una operación militar a gran escala para neutralizar al grupo terrorista que opera desde la Franja de Gaza. Dado el carácter urbano y hacinado del territorio, las acciones para acabar con los milicianos han dejado unos 30.000 muertos, según las autoridades locales, y provocado una catástrofe humanitaria. Mientras Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa han solidarizado con Israel, desde el llamado Sur Global las reacciones están más bien divididas y surgen llamados firmes a proteger al pueblo palestino.
SUMA Y SIGUE. El presidente Gabriel Boric, quien como diputado visitó Cisjordania en 2018 junto a otros diez congresistas invitado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), expresó desde el inicio el interés de su gobierno por estrechar lazos con Palestina, incluyendo la apertura de una embajada.
A raíz de lo ocurrido en octubre de 2023, su gobierno condenó de forma explícita los atentados de Hamas y a la vez calificó como una “barbarie” los ataques “indiscriminados” del Ejército israelí en Gaza. Luego, llamó a consultas al embajador chileno en Israel, Jorge Carvajal. En otro paso más allá, la abogada Ximena Fuentes fue escogida para representar a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en uno de los tres procedimientos jurídicos internacionales vinculados al conflicto Israel-Palestina, actualmente en pleno desarrollo. Fuentes sostuvo ahí que “la violación sistemática del derecho internacional es parte de la política de Estado (de Israel)” y denunció la “ocupación ilegal” de territorios palestinos.
Ahora, un nuevo capítulo se abrió con la exclusión de las empresas israelíes de la FIDAE, muchas de las cuales ya son proveedoras de las fuerzas armadas de Chile y tienen una presencia tradicional en el evento más grande de Latinoamérica en su tipo. Al menos, nueve compañías afectadas presentaron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones en contra del Gobierno de Boric, alegando que la medida es inconstitucional y arbitraria, informó T13[1].
El embajador Gil Artzyeli lamentó la decisión, que dijo ya no le sorprende, puesto que observa la existencia de una “doctrina negativa” hacia Israel. Asimismo, agregó que las relaciones bilaterales están “perjudicadas”[2], donde los lazos más fuertes están en el plano militar, ya que el comercio bilateral anual solo llega a los US$250 millones[3].
Si bien no debe ser incompatible condenar a la organización terrorista palestina Hamas y exigir el respeto al derecho internacional humanitario a las fuerzas de Israel en su ofensiva en Gaza, lo cierto es que el presidente Boric está rompiendo con una tradición de la política exterior chilena, que consistía en no importar ese conflicto a tierras locales, abogar por una salida negociada y valorar el aporte de los descendientes de ambas comunidades que se han integrado de forma positiva a la nación chilena. Su antecesor en el cargo, el exmandatario Sebastián Piñera, había actualizado esa tradición con el reconocimiento del Estado palestino en 2011, pero siempre manteniendo una relación positiva con Israel.
SISTEMAS DE ARMAMENTOS. Las fuerzas armadas de Chile cuentan con varios sistemas de armas de origen israelí de forma importante, los que se han adquirido sobre la base de requerimientos técnicos, costos y fiabilidad en el tiempo de las relaciones con los proveedores.
La dependencia en materia de capacidades varía, según cada fuerza. Lo principal para el Ejército es el sistema de mando y control Torch (Elbit Systems); fusiles Galil ACE (fabricados con licencia de Israel Weapon Industries); y los misiles antitanques Spike (Rafael Advanced Defense System). Para la Fuerza Aérea se encuentra el Sistema Nacional Satelital, proyecto de US$120 millones (Image Satellite International) y los drones Hermes 900 (Elbit Systems). Si bien la Armada cuenta con tres misileras fabricadas por astilleros en Haifa, sus sistemas de armas y de ingeniería fueron reemplazados por componentes nacionales y europeos.
Lo ocurrido en el contexto de la FIDAE representa un factor de preocupación por muchos motivos. Cuando uno compra un sistema de armas complejo no es como ir al supermercado. Lo que se adquiere es una relación estratégica con el país de origen, porque asociado viene el tema del mantenimiento y repuestos. La línea de repuestos a futuro se prevén a 10, 20 o 30 años. Luego, vienen las modernizaciones de los equipos y los reentrenamientos. Entonces, se genera incluso una calculada relación de dependencia.
LA INDUSTRIA MILITAR ISRAELÍ. La innovación tecnológica ha sido un sello de la industria israelí desde la creación misma del país en 1948, llegando a los más altos estándares globales. Sin duda, el panorama vecinal del país explica esa situación, pero también hay una cultura público-privada que fomenta la búsqueda de soluciones originales a los desafíos de la Defensa.
Empresas israelíes fueron las primeras en desarrollar drones de observación y en dotar a sus carros de combate de blindaje reactivo. Sus sistemas de interceptación de misiles, como el famoso “Domo de Hierro” y la “Honda de David”, se cuentan entre los más eficientes del mundo[4]. Asimismo, posee algunas de las mayores capacidades para lanzar operaciones ofensivas en el ciberespacio. Marcas como Elbit, Rafael e Israel Aerospace Industries gozan de una amplia reputación en el mercado global de armas y son proveedoras de fuerzas militares en varios países del mundo.
No obstante, las compañías israelíes no se encuentran entre las primeras 30 empresas de armas del mundo en facturación y no representan ni siquiera el 3% del mercado global de los fabricantes, según el Stockholm International Peace Research Institute[5]. Su diferenciación siempre se ha basado en la calidad de sus productos e innovaciones que generen desequilibrios en el campo de batalla.
Es cierto que la FIDAE es solo una feria y Chile no tiene proyectos en marcha para realizar adquisiciones mayores de armas en el horizonte que provengan de Israel, pero estos eventos sirven para explorar futuros negocios, indagar y conocer sobre las nuevas tecnologías con sus desarrolladores, por ejemplo, en el campo de la seguridad fronteriza. Antes que Israel, los principales proveedores de armas para las fuerzas armadas chilenas se encuentran en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania.
CONSECUENCIAS. Al tomar la decisión de vetar las empresas israelíes, el Ejecutivo debió poner en la mesa todos los aspectos de la medida, incluyendo una eventual represalia de Israel que conlleve riesgos para la seguridad del país, por ejemplo, al presionar eventualmente a sus compañías para que corten relaciones con sus clientes locales. Desde el punto de vista ético, la solidaridad con el pueblo palestino es comprensible por el sufrimiento real que está padeciendo, pero razón del Estado se guía por otras lógicas íntimamente ligadas al interés nacional. Hasta ahora, el embajador israelí ha dado cuenta de que la relación bilateral se encuentra afectada, pero no entró en detalles.
Es de esperar que el Ministerio de Defensa haya consultado a las Fuerzas Armadas sobre las potenciales implicancias de la decisión, con tal de dar a conocer su opinión técnica y especializada, no política. Lo ocurrido es muy distinto con el veto a las empresas rusas durante la FIDAE 2022, puesto que no se cuenta con equipo militar de ese país en Chile. El otro ministerio que también debió ser requerido en su opinión es la Cancillería, que enfrenta, una vez más, problemas causados por acciones que, todo indica, provienen directamente de La Moneda.
En América Latina, el presidente Gustavo Petro anunció por la red X que su gobierno dejaría de comprar armas a Israel, a pesar de que las fuerzas armadas colombianas también poseen material de empresas de ese país. El ejército colombiano fabrica fusiles Galil bajo licencia israelí y emplea vehículos de artillería M-462, mientras la fuerza aérea cuenta con cazas Kfir, opera drones Hermes 900 y moderniza sus helicópteros Black Hawk con apoyo de firmas de esa nación[6]. Una decisión similar sería un error mayor.
Al importar el conflicto palestino-israelí con sus decisiones, el gobierno del presidente Gabriel Boric corre el riesgo de generar consecuencias no deseadas para el Estado de Chile, entre ellas afectar la seguridad nacional, en la medida de que las capacidades militares resulten perjudicadas.
Equipo AthenaLab
7 de marzo de 2024
Fotos: FACh y archivo particular; Infografía: France Presse
[1] https://www.t13.cl/noticia/politica/israel-presentan-recurso-proteccion-contra-gobierno-boric-por-exclusion-fidae-7-3-2024
[2] https://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/entrevistas/2024/03/05/embajador-de-israel-en-chile-y-exclusion-de-la-fidae-es-dificil-decir-que-es-una-sorpresa.shtml
[3] https://www.subrei.gob.cl/docs/default-source/estudios-y-documentos/fichas/israel-anual.pdf?sfvrsn=d5b666d9_6
[4] https://www.athenalab.org/analisis-defensa-antiaerea-y-antimisiles-como-enfrenta-israel-a-hamas/
[5] https://www.sipri.org/visualizations/2023/sipri-top-100-arms-producing-and-military-services-companies-world-2022
[6] https://www.elcolombiano.com/colombia/ruptura-con-israel-genera-riesgo-para-la-seguridad-y-defensa-de-colombia-gobierno-petro-IO22686817
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