Liderazgo en ambientes de incertidumbre
Invitado por la Asociación de Egresados del ESE Business School de la Universidad de Los Andes, compartí experiencias vividas en mis más de 44 años de servicio en la Armada, donde, al igual que muchos marinos, me vi enfrentado a situaciones inesperadas y llenas de incertidumbres. Al ser humano no le gusta la incertidumbre, todo lo contrario, le gusta trabajar y vivir con certezas. Le gusta saber el: cuando, cuanto y cómo de cualquier actividad, pues así puede preparar y planificar su vida, en un ambiente libre de sobresaltos. La incertidumbre carcome internamente y consume energías, por eso el ser humano busca las certezas, en un mundo de incertezas. La idea de esta conferencia fue presentar las experiencias propias de quién ha detentado la autoridad y mostrar formas de como se puede lidiar con la incertidumbre y a pesar de eso, cumplir la misión.
La primera experiencia presentada ocurrió hace más de 15 años y, como Comandante de una fragata, estando con mi buque fuera de Chile, nos enfrentamos a una inesperada situación que significaba retrasar nuestro regreso a la Patria, sin saber por cuanto tiempo se extendería. El trabajo en equipo y centrarse en lo importante, las personas, sus necesidades, sus incertidumbres y su familia lo que constituyó el punto de partida del trabajo junto a los oficiales del buque. Después de un extenso período, regresamos a casa con la misión cumplida y con toda la dotación sin novedad.
El segundo caso, fue el Mega Incendio de Valparaíso del año 2014, ocasión en que me correspondió asumir como Jefe de la Defensa para el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe. El trabajo interagencial, con autoridades de gobierno recién asumidas, ONGs, servicios públicos y fuerzas armadas y de orden, más una enorme cantidad de voluntarios y ayuda del resto de Chile, permitió organizada y coordinadamente, enfrentar el peor incendio de Valparaíso de la historia. Hubo 15 víctimas fatales, cerca de 3.000 viviendas afectas y 12.000 personas damnificadas. Una gran causa unió a muchos, que éramos de distintas organizaciones, pero que ante una propósito tan noble y grande de ayudar y sentirse útil a nuestros compatriotas, nos despojó de nuestras diferencias, egos e intereses personales para generosamente, ponernos al servicio y ayudar a quienes los necesitaba. Muchos problemas por solucionar simultáneamente, pero también mucho trabajo y compromiso para llevarlo a cabo.
El tercer caso, fue enfrentar como institución los gravísimos hechos de violencia derivados del 18 de octubre del 2019 y la pandemia del año 2020. Toda institución u organización, debe fortalecer su cohesión interna y compromiso total de toda la cadena de mando por el cumplimiento de la misión. La presencia en terreno de los jefes, ayuda a que nadie sienta que está solo en su puesto de guardia o patrulla, el sentirse acompañado buscaba mitigar los efectos de estas dos crisis que Chile vivió con mucha fuerza y que requirió de las FFAA, junto a otros servicios públicos, una entrega total por la sociedad. Cada hombre en la calle, debía tener la certeza que siempre habrá una institución a sus espaldas cuidándolo a él y su familia. El ejemplo y trabajo en equipo en terreno de todos, generó las bases necesarias para cumplir las tareas asignadas, a pesar de todas la incertidumbres de esos momentos.
Finalmente, todos estos casos requirieron decisiones oportunas y complejas. Sin embargo, la pregunta que todo jefe -ojalá líder- se tiene que hacer cada vez que no tenga una respuesta clara, es: ¿A quién/qué me debo?, o bien, recurrir a los ejemplos de vida, en el caso de la Armada de Chile, ¿Qué habría hecho Prat en mi lugar? o, ser fiel a los valores y principios que se adhiere, o simplemente, todas las anteriores.
Julio Leiva
Presidente Consejo Asesor AthenaLab
